Madrid, (EFE).- Los niños de España y de América, desde Canadá a Tierra de Fuego, esperan la salida a la calle, prevista hoy sábado, de "Harry Potter y la Orden del Fénix", de J.K.
Rowling, que en esta ocasión presenta a un Potter más solitario y desconfiado.
La quinta entrega en español de la historia del joven aprendiz de mago Harry Potter, el libro más esperado y el que más rápido se vende, tendrá una tirada inicial de 500.000 ejemplares en España y una cantidad similar en América.
"Harry Potter y la Orden del Fénix" comienza con la frase "El día más caluroso en lo que iba de verano llegaba a su fin, y un silencio amodorrante se extendía sobre las grandes y cuadradas casas de Privet Drive...".
Todo es más adulto en esta entrega: la edad del protagonista es mayor, al igual que la complejidad del argumento, y también han aumentado los personajes (69), los términos inventados (80) o el número de páginas (896).
La imagen de la portada del libro, que hasta la fecha de salida se ha querido guardar celosamente, presenta a un Harry Potter ya adolescente, de unos 15 años, que parece estar huyendo con un objeto secreto en la mano izquierda y una varita negra en la derecha y que mira de soslayo hacia atrás con cara de terror.
Esta imagen, que despierta el interés del lector por saber de qué huye el joven mago, se completa con la de la contraportada, en la que se observa a una bruja que persigue a Potter con otra vara, todo ello en tonos grises y azules.
La última entrega de Harry Potter, que según su autora "no cuenta una historia fácil", narra cómo, durante las vacaciones de verano del adolescente en casa de sus tíos, éste se encuentra más nervioso que nunca.
Apenas ha tenido noticias de Ron y Hermione y presiente que algo extraño está sucediendo en Hogwarts, y en efecto es así.
Cuando por fin comienza otro curso en el famoso colegio de magia y hechicería, sus temores se vuelven realidad: el ministro de Magia niega que Voldemort haya regresado y ha iniciado una campaña de desprestigio contra Harry y Dumbledore, para lo cual ha asignado a la horrible profesora Dolores Umbridge la tarea de vigilar todos sus movimientos.
Así pues, además de sentirse solo e incomprendido, Harry sospecha que Voldemort puede adivinar sus pensamientos e intuye que el mago trata de apoderarse de un objeto secreto que le permitirá recuperar su poder de destrucción.
En esta entrega Harry se siente más cuestionado, más nervioso, más taciturno, con los cambios de humor y talante propios de un adolescente.