EL SIGLO DE TORREÓN
Un tanto ?ausente? había estado la cigüeña estos últimos días, pero finalmente llegó a un hospital de la avenida Allende en Torreón.
En la primera de las habitaciones se encontraban Josie y Jared, los padres de la pequeña Paulina Estefanía Araiza Escobedo, quien nació el 23 de julio a las once de la mañana.
La mamá platicó que su embarazo había resultado de lo mejor. ¡Claro, muy diferente a los tres anteriores!, pues en éste se sintió más antojada, especialmente hacia los pasteles y la nieve. Lo que siempre ha sido igual para ella durante esta bonita etapa de la vida, han sido las atenciones y el cariño que le demuestra su marido.
Ambos expresaron su gratitud hacia Dios por la salud de su hija y la felicidad de recibir al cuarto de sus pequeños. El mayor se llama Salvador y tiene 14 años, luego le sigue Samantha de 13 y Natalia de cinco años de edad.
Después de una sincera felicitación, se tocó la puerta del siguiente cuarto. Lo primero que se observó al entrar fueron un par de globos color rosa, un arreglo de rosas rojas y familiares que visitaban a Selene Noé de Muro, por el nacimiento de su hija Valeria Selene.
La bebé nació el 24 de julio y a tan sólo unos días de nacida, la mayoría de las visitas ya le encuentran parecido, ?dicen que es igualita a su papá, José Guadalupe Muro?.
Además de la chiquita tienen otro hijo de cuatro años, Miguel Ángel Noé, quien estaba muy emocionado por el nacimiento de su hermanita.
En el lugar también estaban los señores Rosa Escalante de Noé y Miguel Ángel Noé. ¡Ahora se convirtieron en abuelos por tercera ocasión!
Antes de que la agradable plática se terminara, los padres manifestaron la dicha que sienten por el nacimiento de su hija y la satisfacción que les ha dado el ver crecer a lo largo de estos años al primero de sus hijos.
Por último llegamos hasta la habitación de una mamá primeriza, Guadalupe González, quien estaba muy contenta por la llegada de su hija Dana Paola. La recién nacida llegó al mundo el pasado 24 de julio, en punto de las 18:46 horas. En realidad, para Guadalupe los nueve meses de espera fueron muy bonitos, fueron pocos los malestares y cuando en algunas ocasiones los tuvo, ?hasta el dolor se me olvidaba de sólo pensar que pronto me convertiría en mamá?.
¡A todas ellas muchas felicidades, igualmente a las que las visitará la cigüeña en próximas fechas!