29 de abril de 2004.
México, (EFE).- La llegada del empresario Carlos Ahumada, deportado desde Cuba y presuntamente implicado en varios casos de corrupción política, reabrió la disputa entre el Gobierno de Vicente Fox y el del alcalde capitalino, Andrés Manuel López Obrador.
Carlos Ahumada apareció hace tiempo en videos en los que se veía como entregaba dinero a diversos políticos mexicanos, relacionados con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), formación liderada por López Obrador, quien figura en las encuestas como uno de los favoritos para suceder a Fox en la presidencia de la nación, en las elecciones de 2006.
La entrega, ayer, de Ahumada generó también un cruce de declaraciones entre México y La Habana.
En la capital cubana se hizo público un comunicado en el que se dice que Ahumada ha declarado que la difusión de los videos estuvo "calculada deliberadamente para alcanzar objetivos políticos y planificada con meses de antelación".
La interpretación hecha en Cuba de que el caso tiene una "connotación política" fue considerada por la cancilleria mexicana como inadmisible.
A primera hora de ayer Cuba, donde Ahumada había sido detenido, dio un nuevo giro al caso al anunciar su decisión de deportar al llamado "Señor de los Sobornos", alegando que el empresario no tenía delitos pendientes en la isla.
El ministerio de Relaciones Exteriores cubano aclaró que no deseaba quedar inmiscuido en un asunto en el cual se les había mezclado "indebidamente".
Pero antes de hacer efectiva la entrega la Cancillería cubana reveló que Ahumada había declarado que la difusión de los videos que le implican en casos de corrupción difundidos en México fue "calculada deliberadamente", lo que sostendría la hipótesis del complot contra el alcalde.
"La investigación realizada en Cuba demuestra que los hechos relacionados con el señor Ahumada Kurtz y el escándalo público desatado en torno a ellos tienen una incuestionable connotación política", precisa el comunicado.
El mensaje fue contestado de forma taxativa desde la cancillería mexicana: "la dependencia (Cancillería) mexicana considera inadmisible dicho juicio de valor", dijo el portavoz, Allan Nahum.
En ese contexto el controvertido empresario pisó suelo mexicano y quedó a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR).
La llegada estuvo acompañada de algún desaire como el que sufrió el mismo Procurador de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Bernardo Bátiz, subordinado al alcalde López Obrador, quien se personó en el aeropuerto pero no fue autorizado asistir a los primeros exámenes médicos del deportado.
En esos momentos hubo incluso rumores de que Ahumada había pedido ingresar en un hospital, no en prisión, al sentir cierto malestar que podría estar relacionado con un infarto.
Tras cuatro horas de confusión y fricciones entre unas autoridades y otras, Bátiz confirmó que Ahumada había quedado a disposición de la Policía Judicial del Distrito Federal, que lo trasladó al Reclusorio Preventivo Norte.
Ahumada, presidente del grupo de construcción Quart, no tiene derecho a fianza y está acusado de fraude genérico contra el gobierno del Distrito Federal, que controla el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).