Bomberos no se dan abasto para atender llamadas de auxilio.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Decenas de árboles derribados, espectaculares caídos, dos colonias inundadas, así como la interrupción en el fluido eléctrico y líneas telefónicas, fue el resultado del torrencial aguacero que azotó esta ciudad la noche del martes, lo que significó un arduo trabajo para el Cuerpo de Bomberos, Parques y Jardines y Protección Civil.
Desde antes que culminara la lluvia, elementos de Bomberos de las tres estaciones —Centro, Oriente y La Amistad—, establecieron cuadrillas que se abocaron al retiro de árboles caídos, instalación de motobombas en los sitios afectados por los encharcamientos, así como el retiro de anuncios que cayeron por la fuerza de las precipitaciones.
Para ello, Enrique Agüero Pámanes, director de Protección Civil, estableció comunicación con Margarito Castro Vega y Sergio Rivera, titular de Bomberos y Parques Jardines, respectivamente, para realizar las labores necesarias en apoyo de la ciudadanía afectada.
Los teléfonos de las estaciones de Bomberos no cesaban de sonar para reportar inundaciones o grandes encharcamientos en calles y cruceros, por lo que las motobombas utilizadas para desaguar no se daban abasto ante el creciente número de llamadas de ayuda.
La intensa labor desarrollada por los “tragahumo” no terminaba, pues el cambio de turno recibió una larga lista de lugares donde se reportaban árboles caídos, algunos de los cuales llegaron a ocasionar daños a vehículos y viviendas, como fue el caso del enorme pinabete que se hallaba por la avenida Ocampo entre calles Comonfort y Francisco I. Madero, que prácticamente sepultó un Nissan Tsuru y causó varios destrozos al domicilio marcado con el número 656 oriente.
De acuerdo al reporte de Margarito Castro Vega, comandante de Bomberos, en esta ocasión sólo dos colonias se vieron afectadas por el torrencial aguacero, que fueron la División del Norte en las calles Francisco Villa Sur y Pino Suárez y la Braulio Fernández Aguirre, en calle 13 y avenida Tercera, donde desde la noche del martes hubo necesidad de instalar motobombas para desaguar, apoyados por camiones pipa de Parques y Jardines.
Con un escaso número de elementos para afrontar los múltiples perjuicios causados por el diluvio, el Cuerpo de Bomberos logró subsanarlos sin la necesidad de tener que acuartelar la totalidad de los 56 elementos.
Margarito Castro Vega, comandante de Bomberos, manifestó que para una ciudad como Torreón, que en los últimos años ha mostrado un acelerado crecimiento, son necesarios por lo menos otros 56 bomberos más.
A punto de morir
Con las anteriores lluvias, Eduardo ya presentía que su casa, en la colonia Braulio Fernández, se podría dañar y la noche del martes sucedió. Una parte de la finca se vino abajo y a punto estuvo de morir aplastado junto con sus familiares mientras veía la televisión.
Eran como las once y media de la noche cuando Eduardo López de la Cruz, de 40 años, se encontraba en una de las habitaciones, que colinda con la barda del ferrocarril y de pronto escuchó el tronar de las vigas, luego se desplomó una parte de la pared, llevándose en su caída el peinador, la televisión y el estéreo.
Como pudo, Eduardo, sus tres sobrinas y otro familiar, fueron a refugiarse en la cocina, temiendo que todo el techo de madera y tierra se derrumbara al igual que la barda, aunque no sucedió y ayer se disponían a apuntalarla con otros maderos para evitar que sucumbiera en su totalidad.
Platica que todo se les complicó a él y sus vecinos que viven junto a la barda del ferrocarril, con la construcción el bulevar Laguna Sur.
“Aquí se acumula el agua de la lluvia, pero no tiene salida”.
A María Leticia Maldonado Villegas, vecina de Eduardo, no se le ha caído su casa pero tiene sus paredes remojadas y teme lo peor cuando se presenten otras precipitaciones. Ambos solicitan a las autoridades competentes que revisen el caso y se tomen las medidas necesarias para evitar una desgracia. “Nos aseguraron que el agua del canal tendría salida hasta por donde está la planta John Deere, pero ya se les olvidó”.
SE NORMALIZA ABASTO
Aunque fueron catorce pozos los que se quedaron fuera de servicio a raíz de los apagones causados por la tromba del martes en la noche, el abasto de agua se normalizó ayer en la mañana, según el gerente técnico del Simas, Raymundo Rodríguez de la Torre.
n El personal de la dependencia estuvo trabajando a partir de las 23:00 horas y conforme se fue normalizando de manera gradual el fluido eléctrico, a fin de reanudar la operación de las norias de manera que en la mañana ya hubiera agua.
n Los equipos de bombeo afectados se ubican en la parte norte de la ciudad y en la zona centro.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón