El pasado día 16 de Junio, en el Centro Saulo, la Lic. Adriana Macías Hernández presentó una conferencia ante un nutrido público compuesto en su mayoría por mujeres. Adriana, es licenciada en derecho y tiene un postgrado en administración de recursos humanos. Ha sido seleccionada como oradora para importantes eventos como el Congreso de Seguridad y Justicia en México, la ceremonia de celebración del Día Internacional de la Mujer en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la ceremonia del Día Internacional de la Discapacidad en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y en el Senado de la República con motivo del Día Internacional de la Mujer. Adriana tiene veintiséis años de edad, es una conferencista magistral que transmite un mensaje de vida lleno de ánimo y espiritualidad que efectivamente, como lo anunciaba un folleto que se repartió previamente a la conferencia, deja una llama encendida en los corazones de cada persona que la escucha.
Alta, muy guapa, delgada, sonriente y transpirando una felicidad muy fácil de percibir, Adriana salió esa noche al escenario del auditorio para compartir con los laguneros, no lo que ha leído, sino lo que ha vivido, los retos que ha tenido que superar y como ha salido adelante con éxito. A través de la narración de sus experiencias, logra desarrollar en el público nuevas creencias acerca de la capacidad de las personas para afrontar los problemas que la vida nos presenta y nos hace ver que los retos a los que nos enfrentamos, los podemos superar generando actitudes positivas y teniendo fe en nosotros mismos. En su conferencia, Adriana habla de temas como la aceptación y el ser íntegro, aprender de los fracasos, las barreras racionales y emocionales, venciendo los miedos y el éxito en las relaciones. Como persona extraordinaria, Adriana nos hace ver la vida de otra manera con sus palabras, nos enseña que los límites los ponemos nosotros mismos, que no hay excusa para no ser felices y nos muestra que tenemos todo para triunfar si realmente luchamos por ello. Su madre, María Guadalupe Hernández Cruz, la acompaña en sus conferencias y la apoya operando la computadora y el proyector, el orgullo que siente por su hija es inocultable y su mirada denota amor y satisfacción por los logros de Adriana.
Antes de iniciar su conferencia, Adriana se quitó los zapatos y subió un pie a la mesa que estaba frente a su silla; con una habilidad sorprendente, con los dedos de un pie tomo una botella de agua y la colocó sobre el piso, del mismo modo acercó el micrófono hacia si misma y empezó a hablar. Adriana carece de brazos desde su nacimiento y maneja los pies como si fueran manos apoyando su plática con hábiles ademanes de sus piernas. Explica que cuando estuvo consciente de su situación, se dio cuenta que la vida le daba cuatro oportunidades por no tener brazos: no hacer nada, hacerlo todo, atenerse a la ayuda de los demás o ser feliz por siempre. Adriana opto por hacerlo todo y ser feliz por siempre. Indica que la vida te puede dar un zarpazo, un golpe, y ello te puede poner desconcertado, triste o enojado; en los momentos de adversidad, o te hundes por considerarte fracasado o valoras la situación, la compartes con quien más quieras y le haces frente con optimismo; lo que hace que los días valgan la pena es lo que aportamos por nosotros y por los demás, hay que hacer que nuestros días trasciendan. Durante su conferencia, insiste mucho en que la actitud positiva lo es todo y que como tratemos a la vida, así nos tratará la vida a nosotros. Algo muy sobresaliente en la conferencia de Adriana es el hecho de que muestra un gran sentido del humor, incluso al referirse a sí misma por su condición: hubo un momento en que al mover el micrófono con el pie, éste falló momentáneamente y de inmediato dijo ?ya ven, las cosas suelen fallar cuando las tratas con las patas?.
Adriana explica que todos nos podemos realizar como personas si ayudamos y servimos a los demás sin esperar nada a cambio, que la vida es maravillosa pero que con mucha frecuencia no nos damos cuenta de los regalos que nos da. Que ser felices no es cuestión de suerte, ser felices es cuestión de decisión. Que la gran mayoría de las personas, abandonan sus sueños por cualquier cosa, abandonan los valores, los objetivos, las metas, la disciplina. Comenta que el principal obstáculo que todos enfrentamos es el miedo pero que nadie sabe de lo que es capaz sino hasta que intenta algo. La forma más eficaz de eliminar el miedo es la preparación. La preparación nos da autoconfianza y nos ayuda a tener éxito. Pone como ejemplo que los estudiantes que tienen miedo en los exámenes, son aquellos que no estudiaron lo suficiente para estar bien preparados.
Antes de finalizar la conferencia, Adriana mencionó las tres cosas que se requieren para tener éxito: esfuerzo, voluntad y esfuerzo. En ese momento, la gente que acudió a la conferencia pensó que la joven se había equivocado ya que repitió la palabra esfuerzo, sin embargo ella aclaró que no era equivocación, que se requiere esfuerzo, voluntad??y un segundo esfuerzo y muchos más, los que sean necesarios hasta conseguir el éxito. Las personas que solo hacen el primer esfuerzo, únicamente desean tener éxito, quienes hacen el segundo o más esfuerzos, no solamente lo desean, lo logran. Adriana preguntó a los asistentes si querían saber cuantos esfuerzos ha hecho ella y dijo que veintiséis. Si, veintiséis años de esfuerzos para salir adelante.
Realmente fue una grata experiencia conocer y escuchar a Adriana, ojala muchas mas personas tengan la oportunidad de asistir a sus conferencias y se contagien del entusiasmo, las ganas de vivir y servir, la felicidad y el sentido del humor de ésta inigualable joven. Como ella todo lo hace con los pies, al terminar la conferencia sugirió que no olvidemos que ?lo hecho con las patas?no siempre está mal hecho?.
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