El general Walid al-Azaui, comandante de la policía provincial de Diyala, dijo que los cadáveres estaban dispuestos en cuatro filas de 12 cuerpos cada una.
Bagdad, Irak (AP).-Los cadáveres de unos 50 soldados iraquíes fueron encontrados en una carretera en el oriente del país, tras una aparente emboscada, cuando los efectivos se dirigían a sus casas, informaron el domingo las autoridades.
Adnan Abdul-Raman, portavoz del Ministerio del Interior, dijo que los soldados fueron aparentemente asesinados al anochecer del sábado, en una carretera ubicada unos 150 kilómetros al oriente de Bagdad, cerca de la frontera con Irán.
Hubo reportes contradictorios sobre el número preciso de muertos, acerca de si eran miembros del ejército o de la guardia nacional, y sobre si todos fueron ejecutados.
La vocera del gobierno iraquí, Maha Malik, citó a algunos testigos que dijeron que los insurgentes lanzaron granadas impulsadas por cohetes contra un par de vehículos que transportaban a los efectivos desarmados.
El general Walid al-Azaui, comandante de la policía provincial de Diyala, dijo que los cadáveres estaban dispuestos en cuatro filas de 12 cuerpos cada una.
"Tras la inspección, descubrimos que fueron baleados después de recibir órdenes de acostarse en el suelo, boca abajo", informó.
Según al-Azaui, los soldados habían realizado un entrenamiento en el campo militar de Kirkush, al noreste de Bagdad.
Un reportero de la AP en el lugar reportó que vio los restos de dos microbuses incendiados. Había manchas de sangre en el suelo, así como algunos restos humanos.
Testigos dijeron que los atacantes robaron algunos autobuses, y la policía informó que había encontrado 51 cadáveres en el lugar del ataque.
Una fuente militar estadounidense en la región confirmó el hecho, pero dijo no estar segura del número de muertos.
El teniente Alí Jawad Jadhim, de la vecina comisaría policial de Mandali, manifestó que las víctimas habían recibido disparos en la nuca.
Jadhim, que dijo haber tomado fotos de los cadáveres, expresó que todos tenían sus manos cruzadas detrás de las cabezas.
Indicó que los cadáveres iraquíes fueron llevados al campamento de entrenamiento Kirkush, donde podrían ser identificados a través de documentos militares. Sus tarjetas de identidad y pertenencias fueron robadas en el ataque.
La policía dijo que algunos testigos vieron autobuses de soldados que eran detenidos por los atacantes antes de que fueron obligados a abandonar el área.
