03 de marzo de 2004.
Washington, (EFE).- La confirmación de que el senador John Kerry será el candidato del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales ha sellado ya el cartel del duelo que se producirá en noviembre, y para el que se vaticina una lucha extremadamente dura.
Kerry logró este martes victorias en ocho de los diez estados en juego, entre ellos California y Nueva York, lo que forzó a su único rival de entidad, el senador John Edwards, a abandonar la carrera electoral, lo que anunciará hoy mismo desde Raleigh (Carolina del Norte).
A partir de ahora, Kerry afronta una larga y dura lucha por la presidencia, en la que se enfrentará a la Casa Blanca, que ha comenzado sus ataques contra el rival del actual mandatario, George W. Bush.
El propio presidente Bush llamó por teléfono a Kerry para felicitarlo por el éxito conseguido por el legislador de Massachusetts en las consultas del Partido Demócrata."Tuvimos una conversación muy agradable. Me llamó para felicitarme", dijo Kerry.
El senador no dio a conocer otros detalles de la conversación, pero señaló que le dijo que abrigaba la esperanza de mantener con él "un gran debate sobre los problemas del país".
Kerry, en su discurso del martes por la noche, el primero como virtual candidato, reconoció que no se hacía "ilusiones sobre la máquina republicana de lanzar ataques, sobre lo que han hecho en el pasado y lo que harán en el futuro".
Pero Kerry, quien se crece con las dificultades, ha dejado claro que irá a fondo: "yo soy un luchador", aseguró el candidato demócrata, quien pidió la unidad del partido para ganar las elecciones.
En las últimas semanas, Bush y miembros de su Gobierno han intensificado mucho sus críticas contra Kerry por cambiar supuestamente de posición en cuestiones políticas y económicas.
Actualmente, Kerry supera a Bush en varios sondeos de intención de voto, pero los analistas avisan que queda mucho tiempo hasta noviembre, ya que cambios súbitos en la economía o la "guerra contra el terrorismo" pueden dar un vuelco a las tendencias.
El candidato demócrata se enfrenta a un presidente en ejercicio (estar en el cargo supone una gran ayuda). Además, Bush tendrá el presupuesto electoral más alto de la historia, pues los organizadores de su campaña prevén recaudar más 170 millones de dólares, un nuevo récord.
De momento, John Kerry tiene tres asuntos inmediatos a los que atender para dar impulso a su candidatura: buscar un candidato a vicepresidente, controlar el Partido Demócrata y planificar la convención nacional electoral que se celebrará en julio.
Fuentes próximas a la campaña de Kerry indicaron en la misma noche del martes que el senador quiere comenzar cuanto antes la búsqueda de su candidato a vicepresidente, en lugar de esperar a presentarlo poco antes de la Convención Nacional de finales de julio, con el fin de mantener el interés y aumentar su popularidad.
Analistas políticos y miembros de la campaña de Kerry han avanzado algunos nombres: desde el propio senador John Edwards, hasta el congresista Richard Gephardt, el gobernador hispano Bill Richardson (Nuevo México) o cualquiera de los dos senadores de Florida, Bob Graham y Bill Nelson.