Dublín, (EFE).- "Quiero informar de que creo que he resuelto uno de los grandes problemas de la física teórica". Así comenzó el científico Stephen Hawking su explicación sobre uno de los misterios que envolvían, hasta ahora, a los agujeros negros.
El astrofísico británico expuso en Dublín su nueva teoría sobre los agujeros negros del Espacio, que, al contrario de lo que él mismo había afirmado hace treinta años, contienen, preservan y emiten información.
"Siento defraudar -bromeó- a los aficionados a la ciencia ficción pero la información se preserva, no hay posibilidad de usar los agujeros negros para viajar a otros universos. No hay un mini-universo ramificándose, como pensaba antes".
Y, en una exposición de algo más de una hora de duración, advirtió de que si a alguien se le ocurre meterse en uno, "tu masa energética será devuelta a nuestro universo, la cual contiene información sobre cómo eras, aunque en un estado irreconocible".
Este último comentario fue una de las bromas más apreciadas por el humor científico de los presentes en la decimoséptima conferencia sobre Relatividad General y Gravedad, que se celebra en Dublín desde el pasado sábado.
Así pues, Hawking ha reconsiderado su teoría sobre los agujeros negros del Espacio y ahora sostiene que, en lugar de no tener fondo, estos hoyos emiten unas radiaciones o información que, finalmente, permiten descubrir su contenido.
También se creía que eran regiones espaciales donde la materia y energía caían y desaparecían para siempre. O que, quizá, eran las puertas hacia otros mundos paralelos a nuestro universo.
Nada de eso.
Ya en 1974, el astrofísico descubrió que la combinación de las leyes de la mecánica cuántica y de la relatividad general desmentían incluso que los agujeros negros fuesen completamente negros, pues emitían una radiación, conocida desde entonces como "radiación Hawking".
De ello dedujo que, según se forman, los agujeros negros comienzan a evaporarse y en el proceso irradian energía y pierden materia hasta hacerlo desaparecer, con toda su información, en una gran explosión final.
Pero con esta "teoría de la radiación", el matemático de la Universidad británica de Cambridge, que padece una enfermedad degenerativa que le ha postrado en una silla de ruedas y le hace hablar a través de una máquina, planteó uno de los principales enigmas de la física.
Ese enigma se conoce como la "paradoja de la información", se refiere al porvenir de lo que entra en un agujero negro, y el profesor parece que la ha resuelto felizmente.
Según su vieja teoría, la "radiación de Hawking" no contiene información alguna sobre la materia que hay dentro de un agujero negro y, una vez el hoyo se ha esfumado, esa información sobre lo que hubiera dentro se pierde también.
No obstante, esto entraba en conflicto con una regla de la física cuántica, según la cual esa información no puede eliminarse del todo mientras el universo siga evolucionando, ¿qué pasaba con ella?
La respuesta de Hawking es que la superficie de los agujeros negros, conocido como "horizonte", está sujeta a fluctuaciones cuánticas. Estas permiten que toda la información contenida en los agujeros se filtre al exterior gradualmente, ofreciendo así "una imagen consistente" de su interior.
La organización del congreso indicó que el trabajo completo y detallado de los hallazgos de Hawking será publicado próximamente en medios y sitios de internet especializados.