Lo ocurrido en Oaxaca, una de las entidades en que habitan las familias más pobres del país, donde en elecciones para gobernador se impuso el PRI de Roberto Madrazo, apunta cuál va a ser la pauta que va a privar en la próxima contienda por la Presidencia de la República. No queda de otra, se impone el que dispone de recursos económicos y no le duele el codo para usarlos. Aunque, cabría aclarar, que el uso del dinero no lo es todo. Se requiere además, como en la elaboración de buenos guisos, una pizca de talento, una cucharadita de descaro, un ramito de experiencia, una buena porción de osadía y dos o tres dientes de cinismo. Si es macerado se pone a fuego lento durante 24 horas, no dejándolo hervir. Debe servirse de inmediato, antes de que se enfríe. Se levantan actas a modo de que sirvan como toalletas para impedir, hasta donde sea posible, que los comensales reparen en los lamparones. Sabe más sabroso si se come con los dedos tiznados.
Si usted visita la antigua Antequera, podrá acariciar la rugosa corteza del árbol de Tule, cuyo tronco requiere de muchas personas para abarcarlo. La leyenda, que acabo de inventar, dice que quien logre ceñirlo, con sólo los brazos, será el Presidente legítimo de este país. El único que ha podido, con sus grandes extremidades, ha sido Vicente Fox. No hay dudas la trinca, algunos la señalan de infernal, Cué, Diódoro y la Gordillo no podrán rodearlo, mientras el trío de los diabólicos, formado por Madrazo, Murat y Ulises, será capaz de usar prótesis de cuadrumano para hacerlo. Los candidatos subieron al cuadrilátero cada uno con una manopla debajo del guante. En las esquinas sus seconds distribuían dinero a manos llenas. La coacción y la compra de votos estaba a la orden del día. Ahí, dejémoslo claro, no hubo ángeles, ni reglas. La única quizá es que los golpes bajos y los piquetes de ojos, no quedaran documentados ni fueran tan evidentes que pudieran ser videograbados.
En Oaxaca es notable el mezcal en que rima aquello de para todo mal Murat y para todo bien también. La alfarería más acreditada es la que usa el barro negro, en que gustan batirse los políticos, porque dicen que es el color de sus conciencias. Su geografía es escarpada y agreste, dando lugar a que en cada cerro y en cada hondonada haya una comuna. Sus veredas no son las adecuadas, pues ya estaban cuando Hernán Cortés partió a caballo hacia las Higueras. Son aún populares los hongos alucinógenos que puso en boga María Sabina. De ser cierto lo que atribuyen al Gobierno estatal se diría que se cometieron las mismas tropelías electorales del pasado que nunca ha dejado de ser presente. Al gobernador José Murat Casab, además de su interés político por dejar a un sucesor de su establo, con miras a 2006, sus manejos presupuestarios lo obligaban a buscar un artista de la pala para hacer lo que hacen los gatos con sus suciedades.
Este triunfo tricolor posiciona, dicen, las ambiciones de Roberto Madrazo, actual dirigente del tricolor, en un proyecto hasta ahora no externado por llegar a Palacio Nacional. Su principal aliado, agregan ha sido el actual presidente Vicente Fox. Madrazo es un gallo muy jugado. De él se puede decir cualquier cosa, menos que sea tarugo. Hasta ahora ha sabido sortear con éxito las celadas, insidias y emboscadas que le han puesto sus antagónicos. No ha sido fácil. Le ha costado, lo que no han hecho otros, exponer el pellejo al avanzar cada centímetro en caminos minados. Si las cosas suceden como lo avizoran algunos analistas políticos, el destino lo pondrá frente a frente con sus dos archienemigos Andrés Manuel del PRD y Santiago del PAN. Es entonces que sabremos.