EL SIGLO DE TORREÓN
Monserrat Medina Martínez a sus diez años participará en una exhibición en Japón.
TORREÓN, COAH.- El incesante frotar de manos de una mujer que hacía antesala para una consulta médica, despertó en Monserrat Medina Martínez la idea de crear un desestresante manual que además cumple otras funciones.
A sus diez años de edad, será uno de los tres estudiantes que el próximo 26 de agosto participarán en la Exhibición Internacional de Jóvenes Inventores a desarrollarse en Tokio, Japón, enviados por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología.
Alumna del cuarto A de la escuela primaria Ford 188 Fernando y Xavier Gurza Escudero, Monserrat se ha convertido en el ejemplo a seguir de sus compañeros, aunque ella todavía no logra asimilar el significado de destacar en el campo de la invención cuando expresa que aún no sabe qué profesión le gustaría desempeñar.
La pequeña inventora recuerda que la idea surgió hace poco más de tres meses, mientras ella y su madre esperaban su turno con el médico y en la antesala, frente a sí, estaba una mujer que se frotaba las manos constantemente “como si estuviera muy nerviosa”.
“Eso me dio la idea de crear una solución para que la persona no se estrujara tanto las manos y fue como pensé en algo para ahuyentar los nervios y sirviera de relajante”, expresa.
Utilizó un tubo de pasta dental vacío para rellenarlo con canicas y de tapa le colocó un corcho convertido en yoyo, por lo que además de servir de desestresante mientras se le manipula, el objeto puede ser utilizado como un juguete, una sonaja y porta canicas que además, si se le abre u oprime despide un olor agradable que tiene un efecto de aromaterapia.
“Después que me surgió la idea la fui perfeccionando, sustituyendo el olor a menta de la pasta por el de un perfume del Avon que vacié en el envase para que oliera mejor... mi papá (Othoniel Medina, camarógrafo de televisión) sólo me ayudó hacer un pequeño agujero con una aguja caliente para introducir el yoyo en el tubo”, explica.
Para Monserrat, su invento es importante porque “el estrés está perjudicando a casi toda la humanidad... la gente se ve más nerviosa y alterada por el trabajo o por el dinero y me preocupa que en el futuro la situación sea más grave”.
De hecho, insiste, los adultos deben acordarse de los valores que inculcan a los niños en la escuela y que son el respeto, la tolerancia, la igualdad y la responsabilidad, pero sobre todo el amor entre los humanos.
Su futura participación en la Exhibición Internacional de Jóvenes Inventores la mantiene ocupada en el dominio del idioma inglés, en un curso intensivo en el Centro de Idiomas de la Universidad Autónoma de Coahuila, además de que ha logrado aprender algunas palabras en japonés.
La madre de Monserrat, María de los Ángeles Martínez Galván, la describe como una niña muy inquieta que desde el preescolar comenzó a mostrar su gusto por la invención.
“Le gusta estar creando muchas cosas, es muy inteligente y nosotros como padres tenemos que motivarla para que continúe aprovechando todas sus capacidades”, refiere.
La joven ama de casa y madre de otra niña de dos años, dice estar muy orgullosa de Monserrat, aunque el papel de alumna destacada de su hija la ha empujado a ella misma a seguirse preparando, por lo cual retomó los cursos de inglés que abandonó hace 13 años.
“Ella quiere hacer de todo, está en la banda de guerra de la escuela, juega basquetbol, está por hacer la primera comunión y quiere entrar a un curso de natación”.
La encargada del programa de Ciencia y Tecnología en la escuela, Rosa Amelia Montemayor, explica que el proyecto de Monserrat no figuró en la Feria Científica que organizó la escuela para celebrar su segundo aniversario, debido a que ya constituye una invención y atraviesa por un proceso de creación de patente.
Otro representante
Aunque él no asistirá, el trabajo de Francisco Landeros Aguilera, alumno del sexto A de ese mismo plantel, formará parte de los diez que representarán a Coahuila en la Exhibición Internacional de Jóvenes Inventores a realizarse en Tokio.
El joven estudiante refiere que su invento consiste en colocar un interruptor de corriente para que las planchas consuman menos energía eléctrica, el cual funciona cuando el aparato doméstico se deja en una posición vertical.
Expresa que consultando entre los miembros de su familia, detectó que uno de los problemas comunes es el consumo excesivo de energía eléctrica y particularmente en el uso de la plancha, “pues las mamás mientras la están utilizando se van al teléfono o a otros quehaceres y este invento hace que se corte la corriente mientras la plancha está verticalmente”.
Rosa Amelia Montemayor Trejo, coordinadora del programa de Ciencia y Tecnología en la escuela primaria Ford 188 Fernando y Xavier Gurza Escudero, explica que el plantel atendió la convocatoria del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología para participar en un concurso de inventiva entre las escuelas de los distintos niveles.
Del certamen regional fueron seleccionados 20 proyectos para participar en el concurso a nivel estatal, del cual resultaron ganadores tres para participar en la muestra de carácter internacional.
