Es bueno tener amigos, pero amigos que sean sinceros y desinteresados, no los que te procuran o te buscan para que los ayudes, cuando tú estatus social o económico se encuentra a niveles superiores. Lo que llamamos verdaderos amigos, son aquéllos con los que hemos convivido, tanto en las buenas como en las malas, no importando que hayan pasado los años, porque esa gran amistad continúa. Y esto es verdad ya que los grandes amigos se conservan, debido a que en ellos no existe la egolatría ni soberbia, sino únicamente la humildad. Amigos que al igual que uno piensan en el beneficio y bienestar de nuestros semejantes que están más desprotegidos que nosotros, porque en ellos no existe el solo ?yo? personal.
Reflexionando sobre este concepto de la amistad, éste sería el ideal de todo ser humano, pero desgraciadamente así como existe el amor, existe el odio; la paz, la guerra; lo amargo, lo dulce; el día, la noche y muchos ejemplos más que no terminaríamos. Con esto quiero referirme a los grupos sociales que se integran o se forman, en donde existe gente de toda índole, como son: Social, moral, económica y de cultura. Inclusive por qué no decirlo gente déspota, ególatra, soberbia, que se cree serlo todo. Por eso compenetrándonos en la realidad, nos damos cuenta quienes merecen ser los verdaderos amigos. Los oímos tanto hablar, por lo que es común para nosotros expresar con cierta facilidad y hasta presumir, que ciertas personas que integran un grupo social, decir que cuentan con muchos amigos.
Quizás sea verdad la calificación que se da, la de ser amigos, aunque no es aplicable al sentido real que debe concederse a las personas que sólo merecen el crédito de conocidos o compañeros de circunstancias, porque quien se hace digno de elevarlo a tan distinguido rango es aquél que demuestra su amistad en todas las ocasiones; es el que siente con nosotros y se hace solidario por las penas que nos aquejan y las alegrías que disfrutamos, que comparten nuestras carencias y nos conforta cuando adversas circunstancias abaten nuestro ánimo. Por eso los Clubes de Leones, que integrados por seres humanos vemos en nuestro fuero interno, la imperfección de nuestros sentimientos hacia nuestros semejantes, tratando confraternizar impulsados por el deseo de cubrir esta deficiencia y procurar entablar el diálogo organizando convivencias con el objetivo elemental de establecer un diálogo que devenga de un mayor estímulo para activar la amistad, la confraternidad y la mutua comprensión. No siempre se consigue el objetivo deseado porque sin razón de súbito aparecen discrepancias incomprensibles que lo echan a perder todo.
La soberbia, el egoísmo, la envidia, se hacen presentes dando al traste con el propósito original de las reuniones, especialmente cuando aparece la envidia, que ocasiona desajustes emocionales con aquéllos que ven en otro cierta competencia o superioridad, entonces aprovechan para atacar, desfigurar las cosas; el asunto es perjudicar al supuesto compañero o amigo porque siéndolo merece ser respetado. Si se hace algo destacado, que no es ganar la competencia siempre habrá quién resienta el peso del pensamiento superior y ello motivo de un derrame biliar que sólo concluye con desfogues que esconden complejos propios de una manera desajustada. Para la debida formación de nuestros clubes, se estudia a cada individuo para aceptarlo como socio confiando en elegir a una persona con cualidades como un ser humano sobresaliente, pero esta selección no es regla determinante para estar seguros de no equivocarnos.
Sin embargo los propósitos generales del Leonismo influyen en sus miembros activa para que éstos adquieran un concepto de honestidad y moralidad como seres humanos cuya línea de conducta es invariable dentro del concepto de la amistad como un fin no como un medio y como un dispositivo elemental e imprescindible para alcanzar los objetivos que perseguimos. Esforcémonos para evitar fricciones surgidas al calor de sentimientos injustificados que sólo producirán resultados negativos en nuestra tarea y que son materia de discordia en el ámbito de la amistad y el compañerismo. Recordemos uno de los propósitos fundamentales de nuestros objetivos: Es unir a los socios en estrechos lazos de amistad, buen compañerismo y entendimiento mutuo. Primero entre los socios y el club y luego unidos rendir servicio a la comunidad. Si no es así el club podrá lograr las metas que se ha trazado.
El pasado miércoles en sesión cena con damas, el Club de Leones de Gómez Palacio, A.C. entregó reconocimientos a las diferentes empresas e instituciones que colaboraron en la LVIII Convención de Distrito B-2, celebrada los días 29, 30 de abril y primero de mayo próximo pasado. Contando con la asistencia de las autoridades de Distrito B-2; así como del consejo de gobernadores Distrito Múltiple B. Directivos y socios de los clubes de Coahuila, Zacatecas y Durango y parte de la Región Lagunera. Dicha ceremonia corrió a cargo del C.L. Manuel Alvarado Rodríguez, la entrega de reconocimientos y palabras de agradecimiento de los CC.LL. Hugo Blanco Díaz y Rosalía García de Martínez, presidentes de dicha institución.
Este viernes el comité de damas del Club de Leones de Gómez Palacio, A.C. que preside la CDL. Visitaron las casas de ancianos Vilma A. de Herrera, de la Bendición y Betezna de esta ciudad, para llevarles, sillas de ruedas, bastones, andaderas, pañales, refrescos, pasteles y artículos personales a toda esa gente que se encuentra internada en esos lugares, así como consultas médicas y donación de medicamento por parte de médicos especialistas. Realizando el trabajo médico y apoyando al comité de damas los CC.LL. Hugo Blanco Díaz y Roberto Landeros Ayala. ?Pensamiento Leonístico?: La amistad es el más noble y sublime de los sentimientos. ?Nosotros servimos?.
