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Los Leones Presentes / ¡Los problemas cotidianos de la vida...!

Jorge Romero Montañés

Cuántas veces nos desesperamos por la gran cantidad de problemas que tenemos que afrontar constantemente: En el trabajo, en la casa, en cualquier otro lado. Parecería que fuéramos de problema en problema; no terminaríamos de salir de uno cuando aparece otro. Y precisamente es cuando solemos decir ?¡Qué feliz sería si no tuviera tantos problemas!?. Sin embargo, esto es un enfoque equivocado, ya que mientras vivamos la vida nos presentará inevitablemente problemas, los cuales de alguna manera tenemos que resolver. El hecho de ser feliz no está relacionado con la existencia o no de problemas, sino con la manera en que los enfrentas. Piensa un poco lo que es una situación problemática, se dice que tenemos un problema cuando algo no se produce de la manera que nos gustaría. No ganamos lo que nos gustaría, los hijos no se portan como nos gustaría, o simplemente el tránsito no avanza tan rápidamente cómo nos gustaría. ¿Sería posible que todo ocurriera de manera en que a ti te va bien? Obviamente que no, aunque nada más no fuera por la razón de que muchas veces lo que es el beneficio de uno es el perjuicio del otro. Entonces vemos que los problemas son una parte ineludible de la vida. Si queremos vivir, tenemos que enfrentar problemas. Pero no debes verlo como un mal irremediable, sino como una oportunidad para superarte. Cada problema es una oportunidad para ejercer tu razonamiento, que es la manera de crecer. Ejercer tu razonamiento con un problema no significa necesariamente tener que resolverlo. Tal vez lo que debas hacer es ignorarlo. Existen distintos tipos de problemas, y a menudo se presentan varios simultáneamente. Sería una cuestión sin sentido, tratar de resolver todo sin que falte uno. Cuando tenemos que enfrentar varios problemas a la vez, lo primero que tenemos que hacer es jerarquizar los mismos. Puesto que habrá algunos más importantes que otros menos. Inclusive al tratar de solucionar los menos importantes, aparece la solución de los más urgentes. Entonces sería una decisión sabia ignorar aquellos problemas que en el momento no eran tan importantes. Una vez más establecida una jerarquía de problemas y hayamos determinado cuáles vamos a tratar de resolver y cuáles vamos a dejar para más adelante o para nunca, no nos queda otra alternativa que comenzar a tratar de resolverlos. Es en este momento cuando realmente está en juego la posibilidad de ser feliz. Ya que la diferencia entre ser feliz o no, radica en la actitud con que afrontas tus problemas. Hay tres actitudes con las que puedes encarar la resolución de tus problemas: ?Soy incapaz de solucionar nada?, ?Nada es demasiado difícil para mí? y ?Algunas cosas podré resolver y otras no?. La última opción es la única que te puede ayudar a tener más felicidad en tu vida.

Si desde el comienzo supones que eres incapaz de resolver cualquier problema que se te presente, estarás constantemente dependiendo de alguna otra persona para poder vivir. Llevar una vida dependiente no es la manera de vivir feliz. Para poder serlo debes tratar de ser autónomo como te sea posible, dentro de los límites que implica seguir siendo un ser humano. Vivir encadenado a los otros para que te solucionen tus problemas, es condenarte a la infelicidad. Si partes de la base de que no hay nada que esté más allá de tus posibilidades, también vas camino a la infelicidad, sencillamente porque esa afirmación no es cierta. No existe ningún ser humano todopoderosos, todos tenemos nuestras limitaciones. Si piensas que todo lo puedes, estás equivocado, y en algún momento la realidad se encargará de demostrártelo. Cuando ello ocurra, el golpe puede ser muy fuerte y ciertamente no serás una persona feliz. Si tienes una apreciación realista de tus posibilidades y reconoces que algunas cosas podrás resolver y otras no, estás mucho mejor preparado para ser feliz. Es importante darse cuenta de que hay hechos que escapan a nuestra decisión y que, por más buena intención que pongamos, no lograremos cambiarlos. Esto no significa que de hacer todo lo que puedas, sino para solucionar, al menos para tratar de mejorar en lo que se pueda la situación. Siempre tenemos que poner hasta dónde llegan nuestras posibilidades, y tratar de llegar hasta el límite de las mismas, pero no pretender ir más allá. Si eternamente estás tratando de hacer lo que no puedes, eternamente serás infeliz. Para que los problemas no te impidan tener toda la felicidad que puedas en tu vida, debes tener fe en tu capacidad para resolverlos, pero tampoco creerte omnipotente. Debes alegrarte por los que has podido resolver y no amargamente por aquéllos que quedaron sin solución, descansando siempre en la tranquilidad que te da el saber que has hecho todo lo que has podido.

¡La jubilación...! Imagina que estás por retirarte y pronto empezarás a disfrutar los años de plenitud. Después de haber cumplido 26 ó 27 años de trabajo. ?Y así es?, ya que muchos amigo(as) y conocidos(as) que estuvieron en una paraestatal, el magisterio, instituciones hospitalarias, o gubernamentales, después de determinados años laborados, logra su jubilación. Inclusive a una edad temprana; siendo entre 47 ó 48 años de edad. ?Por lo que se puede decir entre joven y adulto, ya que en la actualidad los seres humanos hemos logrado rebasar los 70 años, por lo que todavía faltan muchos años para empezar a pensar, ?en el cuándo moriré?. En cuestión de los jubilados todo está bien, pero qué pasa con la otra gente que queda desempleada y una edad madura, y que quizás difícilmente pueda ser ocupada, y más si no cuentan con otro ingreso, más que el de su trabajo. Y se lamente diciendo y todo esto por no haberme acomodado en una institución gubernamental, paraestatal, magisterial, etc. Qué lástima quedan totalmente desprotegidos pues nunca previeron su futuro, y ahora tienen que pagar caro su vivir. Por otro lado, qué bonito es toparse y platicar con gente amiga, que manifiesta con gusto los años que tiene laborando y que pronto será jubilada, gente que nos cuenta con alegría las múltiples ocasiones en que ha recibido reconocimientos como mérito al trabajo que ha desarrollado felizmente durante 5, 10, 15 ó 20 años, y que con orgullo muestra. Gente que tuvo la suerte de estar en el lugar indicado y dio todo de si, y que ahora es reconocida y no descalificada, por parte de los que pretenden el ser solo yo y los nada más yo. Si estás jubilado o estás por jubilarte, felicidades. ¡Si no qué lastima, ya somos dos...! ?Reflexión Leonística?. El perfil del ser humano, es querer ser más que los demás. ?Nosotros servimos?.

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