EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Los medios también

Pablo Marentes

A la mitad del Foro -el 29 de septiembre- como en la Suave Patria, el presidente Vicente Fox recomendó mucha prudencia, sobre todo mucho sustento en las ideas, a quienes hablan “de que hay que modificar el modelo económico, el modelo político, que tenemos que ir a un sistema semiparlamentario, que tenemos que ir a un sistema semipresidencialista, que tenemos que modificar la Constitución de la A a la Z y otras sugerencias que salen. que se van generando al vapor...” . La reacción presidencial a las ponencias expuestas en el foro “Gobernabilidad democrática: ¿Qué reforma?” fue calificada por el diputado Manuel Camacho Solís, presidente de la Comisión para la Reforma del Estado, como “negativa, sorprendente”.

El doctor Diego Valadez, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM -esta última también organizadora de la reunión-, al defender las propuestas comentó que “cuando el Presidente lea las conclusiones, advertirá que se trató de un ejercicio responsable y serio”.

El domingo, al efectuarse la relatoría de los trabajos, fueron remarcadas las coincidencias que hubo respecto de las Reformas Electoral y del Congreso, y la de los Poderes Ejecutivo y Judicial que habrán de impulsarse desde ahora hacia el primer periodo de sesiones de 2005. También se señaló la urgencia de renovar la legislación relativa a la radio y la televisión y a su régimen de concesiones y permisos. México padece desde 1992 la organización monopólica de radio y televisión más impúdica del mundo.

Conviene destacar que mientras a lo largo de los pasados 20 años se han introducido significativos cambios e innovaciones en el sistema electoral, en el Senado, en Cámara de Diputados y en el Ejecutivo federal y se han formulado proyectos para transformar la procuración y la impartición de justicia en los dos órdenes jurisdiccionales, hace más de 30 años que la legislación y la reglamentación relativas a la radio y la televisión se mantienen congeladas.

En vez de perfeccionarlas se les ha sometido a un arbitrario proceso de mutilación que las ha hecho retroceder. Tal fue la modificación que padeció el Reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión, en Materia de Concesiones, Permisos y Contenido de las Transmisiones de Radio y Televisión. Los señalamientos coincidieron con los formulados durante el Congreso Internacional democracia y medios públicos patrocinado por la Red Nacional de Radiodifusoras Educativas y Culturales.

Alemania, Francia, Italia, España y la Gran Bretaña en 1945 promulgaron leyes que permiten exigir el cumplimiento estricto de sus obligaciones a las personas físicas o morales que transmiten señales de radio y televisión. Estados Unidos cuenta con la Comisión Federal de Comunicaciones, encargado de inhibir agrupamientos monopólicos.

Los Gobiernos de esos países organizaron instituciones de radio y televisión públicos que coexisten con las empresas privadas. Una de las más prestigiadas es la Public Broadcasting System de Estados Unidos. Los debates entre candidatos presidenciales son conducidos por informadores de la Televisión y la Radio Públicas. El que acaba ocurrir entre Bush y Kerry lo condujo nuevamente el señor Leherer. Concebidas la radio y la televisión inglesas como servicios públicos, los nuevos concesionarios son responsables ante la nación a través del parlamento.

De entre los Estados históricos contemporáneos únicamente el mexicano ha abdicado a sus responsabilidad rectora de la radio y la televisión. En 1993 remató sus instituciones de radiodifusión. En octubre de 2002 abdicó a su rectoría normativa. El Gobierno mexicano ha engañado a los mexicanos en relación a dos aspectos esenciales de su supervivencia como nación: la agricultura y la radiodifusión.

El Ejecutivo engañó cuando afirmaba que la agricultura de la globalización no admitía subsidios. También engañó a la nación cuando afirmó que no podría asumir la rectoría normativa de las actividades que realizan los concesionarios de la radio y la televisión.

La Ley Federal vigente es sabia. Señala que las funciones de la radio y la televisión son: fungir como instrumentos auxiliares de la educación popular, difundir cultura, informar, dar a conocer bienes y servicios socialmente necesarios y divertir y entretener con inteligencia. La revisión del actual reglamento permitiría que la Ley se acatara en beneficio de todos los mexicanos. Evitaría y que la radio y la televisión privilegien los intereses de unos cuantos concesionarios, comerciantes e industriales.

Y abriría esos dos medios a personas físicas o morales que desearan prestar servicios a sus comunidades inmediatas, a través de tecnología de transmisión restringida en instituciones de educación superior, aeropuertos, supercarreteras o asentamientos humanos aledaños a las grandes ciudades. La televisión y la radio son medios de comunicación. No son artilugios publicitarios para políticos y celebridades ni sofisticados escaparates para estimular ventas de golosinas, perfumes, ropa de moda y alcohol.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 112631

elsiglo.mx