Nace a mediados de siglo. Para ser más exactos, tal suceso ocurrió en Las Mercedes, Durango, el 20 de diciembre de 1953. A los siete años, ya en Torreón, inició sus estudios primarios en la escuela Rafael Guízar y Valencia, en la que cursó hasta el cuarto grado. El quinto y sexto los hizo en la Escuela General Gregorio A. García. Más tarde estudiaría lo acostumbrado entonces por la clase media: Comercio, en la Escuela Comercial y Administrativa. Como tantos, su destino parecía trazado y como tantas, sus armas serían una libreta de notas y una máquina de escribir. Pero, allá, en lo íntimo de su corazón bullía una ambición no aclarada del todo en cuanto a qué era aquello que le satisfaría ser; ambición que le mantenía alerta a todo lo que podía aprender según los trabajos que le salían al paso, el primero en un Laboratorio de Bombas Diesel de máquinas pesadas, el segundo en la Oficialía Primera del Ramo Civil que en aquel tiempo estaba a cargo de Rubén Aguirre Flores. De allí, en 1975, de veintidós años de edad llegó a la principal tienda de ropa y novedades de aquel entonces en nuestra ciudad como secretaria de la gerencia.
Una de las influencias que en aquel negocio recibió Ana María fue que, si bien, el negocio era dirigido por su propietario, don Carlos Volkhausen, dos mujeres excepcionales, su propia esposa, Melanie Volkhausen y Sofía Flores, que algunos años antes había entrado como secretaria, ejercían labores ejecutivas. Y aunque no laboraba con ellas directamente, el sólo verlas ejercer su labor, sí había ánimos de aprender y Ana María los tenía, era un incentivo. Esto le llevó a estudiar constantemente diferentes cursos.
Una mejor oportunidad le llevó a trabajar en Maquilas Especiales de La Laguna, con Alfredo Torres, trabajo que dejó en 1977 con motivo de su matrimonio con Manuel Chavarría Montes, con quien ha formado una familia de tres hijos: Ana Lilia, Manuel Antonio y Olga Priscila.
En el año 83 entró a la Normal, de la que en 1988, terminados sus estudios, salió con su título de Profesora de Educación Media Superior en Psicología. Del 94 al 98 estuvo en el colegio Jesús María Chavarría en la secundaria y en el propio 98, entró a la Universidad Tecnológica de Torreón como Auxiliar de Departamento de Servicios Escolares, siendo en la actualidad jefe de departamento de los Servicios Estudiantiles, habiendo hecho en el 2000 una Maestría en Educación.
Todo lo logrado por Ana María es el resultado de un constante, apasionado y cotidiano trabajo, esfuerzo no muy frecuente entre los mexicanos, que somos voluntariosos y trabajadores, pero no muy constantes en el denuedo.
En la vida de Ana María ha habido siempre una parte ilusionada, brillante, ambiciosa. Y ha sido bueno que la haya. Ha sido bueno para ella y para quienes, ya maestra, han estado en contacto con ella. Todo lo que Ana María ha hecho en su vida, lo ha hecho poniendo todo lo que es en ello. Por eso ha triunfado en todo, en su breve carrera secretarial, lo mismo que en el Magisterio. Su futuro todavía está lleno de sorpresas.
Con la suya, Ana María prueba que la vida no es buena ni mala. Es como nosotros la hacemos. Y es, sobre todo, única. Y hay que vivirla. Y hay que comenzarla cada día. Eso es lo que hace a diario Ana María Limón Pérez, indudablemente una de LAS NUESTRAS.
