“Nada es más peligroso que la victoria.”
Yuri Lotman.
la elección de Veracruz terminó siendo tan cerrada como se pensaba, pero Fidel Herrera se levantó finalmente con el triunfo. Y si bien el margen de victoria es pequeño en términos porcentuales, es suficientemente grande en número de votos como para hacer difícil que se revierta.
Al suspenderse ayer el Programa de Resultados Electorales Preliminares, el PREP, tras considerarse el 93.43 por ciento de los sufragios, Fidel Herrera, con el apoyo del PRI y del Partido Verde, reunía el 34.52 por ciento de los votos. Gerardo Buganza del PAN se encontraba atrás por apenas ocho décimas de punto, con el 33.7 por ciento de la votación. Cerrando la lista, pero no por mucho, estaba Dante Delgado, apoyado por el PRD, Convergencia y el Partido del Trabajo, con el 28.29 por ciento de los votos.
Lo estrecho del resultado en porcentajes oculta la verdadera dimensión de la diferencia en una elección con más de 2.7 millones de votos. Herrera acumulaba al cierre del PREP 905,397 sufragios, 21 mil más que los 884,094 de Buganza.
La experiencia nos dice que es muy difícil revertir una ventaja así cuando se ha avanzado tanto el conteo final. El porcentaje de los votos tendría que modificarse de manera dramática en lo que falta por computar para que resultado cambiara.
¿Podrán Buganza y Delgado demostrar ante las autoridades electorales que han sido víctimas de un fraude y conseguir que se anule la elección o se cambie el resultado de un número suficiente de urnas para modificar el resultado? Parece difícil. Si bien ha habido numerosos reportes de irregularidades, no parecen ser suficientemente serias para cambiar las sumas finales.
Cabe recordar que en dos ocasiones —en Tabasco y en Colima— las autoridades electorales decidieron anular elecciones por irregularidades en el proceso. En ambos casos los electores volvieron a dar el triunfo a quienes habían ganado los comicios originales. Será difícil, por lo tanto, que las autoridades se atrevan a anular nuevamente una elección a menos de que haya pruebas contundentes de que se ha violado la voluntad popular. En cuanto a la posibilidad de revertir el resultado anulando urnas individuales, sería casi imposible eliminar así la ventaja de 21 mil sufragios de Herrera.
Es verdad se anularon 89 mil votos, los cuales son más del tres por ciento de los sufragios emitidos y más que la diferencia entre el primero y el segundo lugares. Pero en realidad es bastante normal que se registre este porcentaje de anulaciones y ciertamente no se puede suponer que todos esos votos pudieran asignarse a alguno de los partidos.
Queda ya claro que el nuevo congreso veracruzano estará profundamente dividido. La alianza entre el PRD, Convergencia y el PT no tuvo tan buen resultado en los comicios para la legislatura como en la contienda para el gobierno, pero aun así registra el 23.7 por ciento de los votos y tres victorias en distritos legislativos. Esto le da a Dante la capacidad de formar un grupo bisagra que determine qué se aprueba o no en el congreso. El PRI ganó el 37.2 por ciento de los sufragios y 13 distritos, mientras que el PAN obtuvo 35 por ciento de los votos y 14 distritos.
La distribución de los triunfos en distritos legislativos es muy dispersa. El PRI y sus aliados verdes han ganado Pánuco, Perote, Zongolica, los Tuxtlas, Minatitlán y Coatzacoalcos, entre otros distritos. El PAN tiene Tuxpan, Poza Rica, Papantla, Martínez de la Torre, Coatepec, Huatusco, Orizaba, Córdoba, Tierra Blanca, los dos distritos del puerto de Veracruz, Boca del Río y otros. La alianza PRD-Convergencia-PT ha triunfado solamente en Chicontepec y los dos distritos de Xalapa, pero el ajuste de representación proporcional les dará una fuerza mucho mayor en la legislatura.
El resultado difícilmente puede considerarse un triunfo político para el actual gobernador Miguel Alemán. Los priistas esperaban mucho más de este proceso. Para Fidel Herrera, con los enormes recursos invertidos en la elección, tampoco hay aquí una gran victoria... a pesar de que el triunfo es el triunfo, aunque sea por una nariz. Buganza puede considerarse satisfecho al haber casi logrado un empate cuando las encuestas de opinión lo colocaban a 16 puntos de distancia a principios de año. Pero el gran triunfador de la elección es Dante, quien demostró su capacidad de remontar una desventaja enorme y cuya alianza se convierte en el fiel de la balanza de un congreso dividido.
PREP suspendido
Es absurdo que los PREP se sigan deteniendo, como ocurrió ayer en Veracruz, a unos cuantos puntos de completar su conteo. ¿Qué caso tiene detener el proceso con 93 por ciento de las urnas computadas? Parece que nuestras autoridades insisten en sembrar desconfianza en los procesos electorales.
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