La relación entre los alcaldes de Torreón y Matamoros, Guillermo Anaya y Felipe Medina, respectivamente, se encuentra en su punto más bajo. Las diferencias son evidentes y aterrizan ya en señalamientos y acusaciones concretas.
Para Felipe Medina, las reuniones que sostienen Guillermo Anaya, Rosario Castro y Octaviano Rendón son excluyentes, ya que dejan fuera a los Alcaldes de otros municipios laguneros y por lo tanto, las negociaciones hacia una eventual integración lagunera, tienen un vicio de origen al concretarse sólo a la zona conurbada.
Y aún más: a propósito del proyecto de reestructuración del transporte, Felipe Medina la califica de injusta y además acusa al Alcalde de Torreón de elitista. El Alcalde priista matamorense se subió al ring, ya que ante la amenaza de líderes transportistas de Matamoros, San Pedro y Congregación Hidalgo de impedir que los camiones de PASA lleguen hasta el relleno sanitario, fijó como su postura el que “Yo apoyo todo lo que diga la sociedad de Matamoros”.
Lejos de amedrentarse, Guillermo Anaya respondió con contundencia: “Si Felipe Medina se opone al proyecto de reestructuración de rutas, que se pelee con el Gobierno del estado”. El Alcalde de Torreón, al referirse a las advertencias de concesionarios del transporte suburbano que amenazan con no dejar pasar a Matamoros los camiones de la empresa PASA, dice tajante que no cederá a chantajes y presiones.
El proyecto es claro y sigue firme; la administración de Anaya tiene una estrategia bien definida de lo que se pretende con la modernización del transporte público y la reestructuración de rutas, ya que como sentencia el propio Anaya, “La ciudadanía está harta de un transporte indigno y anárquico”.
Por el bien de todos, queda esperar que los Alcaldes logren limar sus asperezas en el terreno de la civilidad y altura política y que finalmente los planes y proyectos que tienen que ver con la calidad y eficiencia operativa de un servicio indispensable como lo es el transporte público, deriven en un beneficio concreto para toda la región.