“Por ahora el sistema capitalista es el que me parece menos malo de los conocidos... Es el que mejor funciona”.
Felipe González
La Bolsa de Madrid cayó cuatro por ciento el lunes 15 de marzo. Dos razones confluyeron para ello. Por una parte todos los mercados del mundo descendieron cuando se confirmó que los ataques terroristas de Madrid fueron llevados a cabo por la organización terrorista islámica Al Qaeda. La otra razón, la específicamente española, fue el triunfo de los socialistas en las elecciones generales del 14 de marzo.
El que Al Qaeda esté viva y asesinando es buen motivo de preocupación, pero el triunfo de los socialistas no lo es. Si algo mostró el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en su primer Gobierno post franquista, de 1982 a 1996, fue que se trata de un partido socialista moderno que entiende cómo funciona la economía. En esto se distingue de las posiciones de Hugo Chávez en Venezuela, de Fidel Castro en Cuba o de las de algunos de nuestros izquierdistas mexicanos.
Al mando de Felipe González los socialistas españoles abandonaron el marxismo antes de ganar las elecciones de 1982. Ya en el poder impulsaron muchas de las Reformas Estructurales que ahora, precisamente, los izquierdistas han obstaculizado en México.
Fueron los socialistas de Felipe quienes privatizaron las grandes empresas de electricidad y petróleo en los tiempos de Francisco Franco. No se contentaron solamente con abrir nuevas plantas a la inversión privada, como se ha propuesto en México, sino que realizaron verdaderas privatizaciones al vender activos públicos a empresas privadas.
También les tocó a los socialistas insertar a España en la globalización. Felipe González desmanteló el control de cambios que el dictador Francisco Franco había mantenido durante décadas. Integró a España en la Comunidad Económica Europea y abrió las fronteras al comercio con otras regiones del mundo. Promovió además la inversión de empresas extranjeras en España, con lo cual el país alcanzó uno de los ritmos de crecimiento más notables en Europa.
También los socialistas llevaron a cabo una Reforma Fiscal. Quizá ésta no fue tan radical como la que realizó Irlanda, pero permitió un aumento importante en la recaudación. Significativamente, en su campaña electoral los socialistas de hoy, los del candidato triunfador José Luis Rodríguez Zapatero, han propuesto la disminución del Impuesto Sobre la Renta, que sigue siendo demasiado alto en España.
Los socialistas llevaron a cabo también en aquel primer Gobierno un rescate de la banca, debilitada por la crisis económica de los setenta y fueron por supuesto acusados de favorecer a los banqueros. Se enfrentaron, por otra parte, a los sindicatos socialistas y comunistas, que insistían en mantener los privilegios corporativistas heredados de la dictadura franquista.
Uno de los esfuerzos más importantes del primer Gobierno socialista fue la búsqueda del equilibrio de las finanzas públicas. El déficit de presupuesto del Estado se redujo de manera dramática, lo cual permitió una reducción gradual pero sostenida de la inflación. Esto permitió una disminución de los tipos de interés que se tradujo en una mejora en el poder de compra de los españoles. Al finalizar el régimen socialista en 1996, la convergencia de los indicadores económicos españoles con los europeos facilitó la incorporación de España al Sistema Monetario Europeo y finalmente al esquema del euro.
El PSOE demostró en su primer Gobierno ser un partido moderno de izquierda. No deja de ser paradójico, sin embargo, que muchas de las medidas que impulsó en su momento han sido rechazadas en México por grupos —algunos del PRD y otros del PRI— que afirman ser de izquierda. Quizá éstos no se han dado cuenta de que la izquierda moderna es la que le da a la gente un mejor nivel de vida y no la que sostiene políticas dogmáticas y populistas que terminan por empobrecer a la población.
Si los socialistas llevaron a cabo en España las Reformas Estructurales de mercado, en qué se distinguen pues de la derecha. El propio Felipe González lo definió el año pasado en Davos: “El gran problema de la izquierda -dijo— ha sido su pasión por la distribución y su olvido de cómo se genera la riqueza, mientras que el gran problema de la derecha ha sido su obsesión con la generación de la riqueza sin preocuparse por su distribución.”
Amigos de los mercados
Miguel Sebastián, probable nuevo ministro de finanzas de España, declaró al Financial Times que el Gobierno del PSOE será “amigo de los mercados”, que la política económica será “rigurosa y ortodoxa” y que se aplicará una “amplia reestructuración del sistema fiscal”. Esas palabras ayudaron a elevar el índice Ibex de la Bolsa de Madrid.
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