El despotismo y prepotencia de los empleados de Sepsa
Amelia Medina Candia tiene 92 años, desayunó un ?chocomilk?. Se dirige a cobrar su pensión al auditorio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Llega a las 10:30 horas. A las 12:30 sufre un desmayo, minutos antes de que lograra cobrar su dinero.
Su color era amarillo porque el azúcar le bajó. Amelia sufre de diabetes e hipertensión, expresa un médico del Módulo de Diabetes del IMSS que se colocó afuera del auditorio.
El médico recomienda unos tragos de refresco para que recupere algo de azúcar. Ella manifestaba mucho frío. Le acompañaba su hijo de 52 años. Siempre lo hace.
Luz María Muñoz viuda de Tinoco tiene 64 años. Caminaba rápido y se quejó con el vigilante.
-¿Quién es aquí el mero-mero?, preguntó.
-No hay. Le contestó.
Observó a El Siglo de Durango y pronto suelta la queja. Refiere que una empleada de Servicios de Protección (Sepsa), Karla Torres, la trató con despotismo y prepotencia. La acusa de atenderla con malos modales; no tuvo la delicadeza de tratarla bien.
Luz María refiere estar enferma del corazón y su disgusto es el mal trato que recibe de las empleadas de Sepsa.
Demetrio Huízar Carrillo, de 72 años, apenas puede caminar. Utiliza una andadera y tarda cerca de cinco minutos en llegar a la puerta del auditorio y tomar su ficha para esperar su pensión. Sucedió aproximadamente a las 12:00 horas. Él sufre de reumatismo en sus piernas y deberá esperar unas dos horas para su pago. Aunque los pensionados aguardan sentados en decenas de sillas, pasan mucho tiempo sin probar alimento.
Muchos ancianos acuden con algún familiar que los cuida. Otros que sufren de alguna discapacidad otorgan una carta-poder para que cobren, pero debieron hacer un trámite previo.
Molestias de los jubilados
Karla Torres, empleada de Servicios de Protección (Sepsa), es la persona señalada por la jubilada Luz María Muñoz. Está muy atareada capturando los números de afiliación de las tarjetas de los pensionados que les dará el número de cheque con el que podrán cobrar su pensión a la compañía.
Dice que no fue grosera, sino que fue la señora quien estaba exaltada. Tanya Nájera, su jefa y encargada de pagaduría, opina lo contrario.
-Es que rápido te exaltas, le dice
-No. Lo niega.
Ambas afirman que el problema radica en que Sepsa sólo ha sido contratada para pagar. No tienen obligación de hacer más. A pesar de esto se organizan y una persona recoge las tarjetas, mientras los pensionados están sentados, en tanto que Karla busca el número de cheque que les corresponde.
Karla pasa a los discapacitados primero, por preferencia y para que se vayan rápido. Eso molesta a algunos adultos mayores. Unos ni se inmutan, pero otros aprovechan fingir discapacidad para ganar tiempo.
Las empleadas de Sepsa expresan que antes había trabajadoras sociales del IMSS que atendían a los jubilados, pero ahora ya no quieren gastar en más personal. La atención de las trabajadoras sociales permitía verificar visualmente si los ancianos padecían de alguna discapacidad. Hoy no es posible.
Tanya dice que ella sólo recibe órdenes de Gerencia y no pueden hacer más de lo que es su responsabilidad, pero cada día llegan unos mil 500 pensionados a los que deben atender. Durante la semana se recibe a ocho mil 106.
?Se echan la bolita?
Es difícil para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atender a los ancianos que sufren de algún padecimiento en el auditorio, dice Violeta Díaz Rodríguez, responsable de Comunicación Social. No se puede atender a todos. Es responsabilidad de Servicios de Protección (Sepsa).
Explica que siempre hay módulos de atención médica afuera del auditorio para apoyar a los jubilados si hay problemas con su salud. El IMSS ha contratado los servicios de Sepsa. Por eso el IMSS no está responsabilizado en este servicio, afirma la funcionaria.
El personal que antes atendía a los pensionados y que los orientaba y ayudaba hacía las actividades sólo mientras se acostumbraban al nuevo esquema de pago. Las empleadas de Sepsa opinan que los jubilados se quedaron muy mal acostumbrados.
Recomendaciones
Problemas de salud
Las manifestaciones con problemas de salud son comunes. Se presentan convulsiones, desmayos, etcétera, comenta el médico del Módulo de Diabetes del IMSS que está afuera del auditorio. Es un panorama que se presenta cada mes.
1. Que las personas discapacitadas o que no tienen limitaciones físicas utilicen la carta-poder para que familiares o amigos puedan cobrar su dinero.
2. Si carecen de la carta-poder, que se acerquen al módulo de revisión para verificar si son discapacitados. Esto les ayudará para tener preferencia de pago.
3. No hay necesidad de que lleguen a las 08:00 horas o antes; el auditorio del IMSS está abierto hasta las 16:00 horas.
4. Desayunar bien.
5. Que se hagan acompañar de un familiar o una persona sana por si se presenta alguna emergencia.
6. Que no se olvide de las recomendaciones médicas que le han referido y de tomar sus medicamentos, para evitar complicaciones durante el pago de la pensión.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.
