Nueve de cada 10 mujeres sufren los fuertes dolores de los cólicos.
Algunas mujeres viven con verdadero terror la proximidad de sus períodos menstruales, cuando les atacan los populares cólicos, que en términos médicos son definidos como dismenorrea, que, en ocasiones, puede ser causada por el estrés derivado de las presiones diarias, sin que se tomen las medidas médicas adecuadas.
Estos fuertes dolores, que, a veces, obligan a las víctimas a permanecer en cama, representan una amenaza para la salud, afirma el doctor Alejandro Vázquez, quien explica que la dismenorrea la sufren nueve de cada 10 mujeres.
El especialista en gineco-obstetricia indica que la enfermedad es originada por un aumento en la producción de una sustancia química llamada prostaglandina, la cual hace que la matriz se contraiga en forma exagerada, lo cual puede derivar en otras complicaciones.
Lo característico de este mal son dolores de tipo cólico o espasmos, precedidos de una sensación de "pesadez" en la parte baja del vientre, sobre todo, el primero y, en ocasiones, el segundo día del periodo menstrual.
Claudia Olguín, una mujer que padece el problema, cuenta que la enfermedad la atacó debido al estrés y la ansiedad que sufre por presiones laborales, lo cual derivó en la alteración de sus ciclos menstruales: "Se modificaron mis periodos y a partir de ese momento me provocaron dolor antes y durante la regla".
Asegura que la molestia intensa afectó incluso su relación de pareja y por ello "acudí con el ginecólogo, quien para el dolor, me recetó un medicamento llamado rofecoxib, con el cual se controló mi dolor menstrual y ello redundó incluso en mejor humor y ahora practico natación sin problemas".
SPM
Los síntomas característicos del Síndrome Premenstrual (SPM) son: irritabilidad, impaciencia, cambios de humor, depresión, insomnio, ansiedad, pérdida de confianza, somnolencia y desinterés por las tareas diarias y el trabajo, así como repetidos conflictos con todo lo que la rodea. Y, a todo esto hay que agregarle el terrible dolor de los cólicos.
El SPM altera en ocasiones por completo la vida de quien lo padece, ya que en casos severos se presentan otras señales físicas como hinchazón de abdomen, retención de líquidos en manos y tobillos, mareos, desmayos, náuseas, vómitos, sudor, aumento de líquidos en las mamas e hipersensibilidad en los pezones y dolor. Otras mujeres tienen reacciones de conducta, por ejemplo: cambios en el apetito, ansias de comer chocolates, dulces y antojos, así como consumir alcohol.
Algunos estudios señalan que entre las causas conocidas de este síndrome están los bajos niveles de serotonina, un importante neurotransmisor que ayuda a regular el humor y el apetito días antes de la menstruación y que está relacionado con la depresión, así como la deficiencia de calcio, la cual interfiere con la síntesis de dopamina, lo que causa alteraciones sicológicas y de conducta.