EFE
MONTERREY, NL.- Los miembros del grupo mexicano de "narcocorridos" Los Tigres del Norte anunciaron en Monterrey que preparan un documental sobre las más de 350 mujeres que han sido asesinadas en Ciudad Juárez.
Los músicos, que recientemente protagonizaron una controversia por la interpretación de una canción sobre estos crímenes, fueron entrevistados en su visita a esta ciudad norteña, en donde se presentaron el viernes por la noche en el Palenque de la Expo-Guadalupe.
Jorge Hernández, vocalista del grupo, destacó a los periodistas que el documental, sobre cuya realización no dio más detalles, se hará con "respeto".
Explicó que están solicitando la autorización de los familiares de algunas de las mujeres asesinadas en los últimos once años para que no surjan problemas cuando realicen y presenten el trabajo.
"Pondríamos imágenes de las personas afectadas, de su vida real, de las quinceañeras (asesinadas), todo esto de acuerdo a un libreto que tenemos", afirmó el vocalista.
Dijo que no se incluirán escenas de los cadáveres como las que se ven en los informativos, porque podrían resultar demasiado crudas.
En referencia a la canción Las Mujeres de Juárez, que denuncia la impunidad de los asesinatos, aseguró que la intención del grupo no es lucrarse con ella, como han denunciado legisladores del estado de Chihuahua, donde se encuentra Ciudad Juárez, una de las localidades más violentas de México y sede de carteles de droga.
"Yo creo que no podemos decir más de lo que se ha dicho en la canción. Este tema nada más es una plegaria en donde le estamos pidiendo al gobierno que tome cartas en el asunto", agregó.
Explicó que Los Tigres del Norte sólo hacen canciones sobre cuestiones sociales.
El grupo también confirmó su participación en la película La Reina del Sur, basada en la novela homónima del escritor español Arturo Pérez Reverte, cuyo rodaje tendrá lugar en Marruecos y Estados Unidos.
Su colaboración en el filme será a nivel musical, con la canción que compusieron sobre la historia de la narcotraficante mexicana Teresa Mendoza, protagonista del libro.
En una ocasión estuvieron como invitados en uno de los programas de revista que conducía Verónica Castro, y fue ahí donde se aventaron un rap muy al estilo Tigres. De allí surgió la idea de grabar uno, pero la disquera no se los permitió por miedo a que se “desconectaran” de su público, un público que ciertamente los ha seguido por 30 años, pero al que sin duda se han unido generaciones más jóvenes que las que se iniciaron con los Tigres.
Jorge cree conocer a sus fanáticos, está seguro que entre ellos hay muchos hijos de inmigrantes que nacieron y se criaron en este país, que crecieron entre dos culturas: por una parte oyendo las canciones que escuchaban sus padres, y por otra el rap, hip-hop, pop, rock y decenas de ritmos más a los que inevitablemente estaban expuestos.
Darse cuenta de lo que pasa en el ambiente no es difícil para los Tigres. Dan conciertos gran parte del año, lo que les permite estar cerca del público; es así como se dan cuenta del tipo de seguidores que tienen y de sus gustos musicales.
“Si no estás ahí no sabes lo que les gusta… Viajar constantemente a muchas partes nos permite ver cómo son los jóvenes, cómo se expresan, eso nos hace más verídicos; oímos su lenguaje, vemos su comportamiento. Todo es cuestión de no ignorarlos, por eso no debemos escuchar sólo lo que nosotros hacemos. Al oír otros ritmos lo que hacemos es interpretarlos a nuestra manera para seguir gustando”, dice Jorge.
Siendo así, quizá los Tigres, que se popularizaron hace tres décadas con su legendaria historia de Contrabando y traición —y que finalmente marcó una pauta en la historia del corrido mexicano— tendrá que esperar muchos años más para grabar lo que grupos como Akwid ya están haciendo exitosamente: mezclar los sonidos típicos mexicanos con la música contemporánea.
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¿Callados?... nunca
A los Tigres del Norte no les gusta quedarse callados. Es más, mientras más les digan que no canten este o aquel tema, más lo hacen. Así han sido siempre, bien tercos.
La explicación no tiene mucha ciencia. Jorge Hernández, líder de los Tigres dice que ellos son algo así como portavoces del pueblo porque en muchas ocasiones la gente se les acerca y les pregunta que por qué no hablan sobre tal o cual tema en sus canciones.
Es entonces cuando Los Tigres se dan a la tarea de investigar, entre otras cosas qué tanto impacto tienen esos asuntos en la sociedad, qué tan importantes son para el público, etcétera. Después de la investigación, los originarios de Rosa Morada, Sinaloa, pero residentes desde hace muchos años en San José, California, piden a sus compositores que se echen un corrido con determinada temática.
Así surgió hace varios años El Circo, una canción que, aunque no abiertamente, hacía referencia a la situación política que se vivía en México en ese momento. La letra hablaba de las corruptelas de la familia Salinas de Gortari —que no son un secreto para nadie—, y en especial de Raúl, el hermano del ex presidente mexicano, que purga una sentencia en la cárcel por desvío de fondos y otros delitos.
El corrido fue censurado por el gobierno y se prohibió que se programara en las radios, a pesar de que los Salinas ya no estaban en el poder; pero eso, lejos de restar popularidad a los Tigres les dio más fama. Y a ellos les dieron más ganas de seguir grabando temas controvertidos. En esa época, los Tigres dijeron que no les daba miedo grabar esas canciones y tampoco temían visitar México, porque ellos decían la verdad en sus temas.
Llaman la atención
El disco que los Tigres del Norte, Pacto de Sangre, no se salva de ser polémico. Esta producción, quizá como ningún otro de sus muchos CD -más de 55- aborda temas sociales. Y por supuesto, no podían dejar de tener un tinte de polémica.
-Apenas unos días después del lanzamiento, surgieron las críticas al tema Las Mujeres de Juárez, en el que los Tigres señalan al gobierno mexicano por las tibias acciones que se han tomado para esclarecer los brutales asesinatos de cientos de jovencitas, la mayoría trabajadoras de la industria maquiladora, en el estado mexicano de Chihuahua.
-Algunas madres de las niñas asesinadas reclamaron que los Tigres no les hubieran pedido su opinión y que -de acuerdo con ellas-, el grupo estuviera lucrando con ese tema.
-Jorge, el mayor de los hermanos Hernández -Hernán, Eduardo, y Luis son los otros integrantes junto con su primo Oscar Lara-, lo percibe de otra forma. Para él, esa canción es una forma de decirle a las autoridades que hagan algo, que es una “vergüenza nacional”, como dice una de las estrofas, que no se hayan esclarecido los asesinatos. “Nosotros visitamos muchos países y, por ejemplo en España, están bien informados de lo que pasa allá (en Ciudad Juárez) y allá fue donde nos dijeron que pidiéramos al gobierno que hiciera algo”.
-La canción, que también será tema para un videoclip, no es la única denuncia que descarga el CD de los Tigres. También está José Pérez León y Los niños de la calle. El primero está basado en la historia de un muchacho de 19 años que murió asfixiado en la caja de un tráiler que transportaba indocumentados, hace varios meses en Texas.
-Los Tigres son abiertos defensores de los derechos de los indocumentados y no pierden la oportunidad de decirlo en sus composiciones. Y no sólo porque saben que una buena parte de su bastión de seguidores son los indocumentados, sino porque ellos en carne propia vivieron las luchas que experimentan los inmigrantes al llegar a este país: sus primeras tocadas -antes de establecerse definitivamente en California- fueron en clubes, pequeñas cantinas y festivales musicales.
-La sorpresa en esta producción no son los controvertidos temas de las canciones, sino la diversidad de ritmos -en ocasiones raperos, pop y hasta rockeros- que, a veces tímidamente y a veces no tanto, las salpican.
FUENTE: Agencias
