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México, DF.- Para cualquier actor uno de sus grandes sueños es interpretar un personaje que sea recordado por siempre; sin embargo, ¿qué pasa cuando éste rebasa al actor?, algunas veces para bien, porque siguen viviendo de él, pero otras les roba su esencia como personas y los marca y encasilla para siempre. Ellos nos lo cuentan.
Édgar Vivar: ¿productores miopes?
Es uno de los actores que tuvo la fortuna de participar en El Chavo del 8, mismo que a la fecha continúa en el gusto de las nuevas generaciones. Gracias a ese programa, Televisa comenzó a trascender fronteras. Aun cuando concluyeron las grabaciones hace nueve años, Édgar Vivar no ha logrado que se olviden del famoso Señor Barriga.
Desde entonces es poco lo que ha trabajado en la televisión mexicana: la telenovela Alguna vez Tendremos Alas (1997), con Florinda Meza, y la participación en Plaza Sésamo. Sin embargo, en Perú, Argentina, Chile, Brasil y Ecuador ha tenido varias actuaciones. ?Me imagino que esto se debe sobre todo al éxito de El Chavo en todos estos países donde aún se sigue transmitiendo la serie. Siento que quizá los productores tienen algo de miopía al no ubicarme fuera del contexto de El Chavo, pero, bueno, yo he tratado de diversificarme haciendo teatro y televisión en otros países. El escritor crea un personaje, un actor lo interpreta y resulta tan contundente que no te permite hacer otros personajes?.
Entre otras cosas, Vivar ha hecho zarzuela en Bellas Artes, bajo la dirección de Plácido Domingo; Marcelino Pan y Vino y actualmente participa en la película Bandidas.
?No es sano casarse con un personaje. En Argentina, curiosamente el respeto y el cariño hacia el personaje sirven de apoyo para proyectarse como actor, en cambio en México es como una limitante en el buen sentido de la palabra porque no me ubican fuera de eso.
Luis Gimeno: 28 años de ?chaca, chaca?
Participó en el comercial más exitoso en la historia de México, el de un famoso jabón que lo llevó a quedar inscrito en el récord Guinnes por ser el actor que ha anunciado un producto durante 28 años y luego otros dos con una nueva versión.
Gimeno señala que haber realizado este personaje, por cierto sin nombre, influyó de cierta manera para que no le ofrecieran trabajo especialmente en telenovelas: ?Yo era un comercial viviente, aparecía en pantalla y me decían: ¡Hola, Acapulco en la azotea!; ahí va el ?chaca chaca?, pero en teatro nunca he tenido problema, voy para 60 años de actor, he estrenado 180 obras, he realizado un montón de personajes, fui director de la Compañía Nacional de Teatro durante 18 años y nunca tuve problema?.
El comercial dejó de pasar hace de diez años y afortunadamente, dice, ya no lo llaman el ?chaca chaca?. Lo que sí es un hecho y una tristeza, es que gracias a un comercial ganó más dinero que lo que percibió con sus participaciones en cine.
Gerardo González: fama a gran escala
Seguro que usted no sabe quién es Gerardo González, pero muy probablemente sí quién es Porkirio.
Hace 15 años terminó esta serie que permaneció al aire siete años y hoy día, aún en la calle, a Gerardo le llaman Porkirio o Cachún. Después de este programa se ha dedicado básicamente al teatro, desde actuación hasta dirección. Actualmente, comparte el papel estelar de El Violinista en el Tejado, con Pedro Armendáriz y dirige la obra Confesiones de Mujeres de 30.
Sobre las oportunidades de trabajo señala: ?Mi complexión física me limita, pero aún así he tenido chance de hacer muchas cosas, a lo mejor después de Cachún fue un poco difícil porque no sabes dónde acomodarte. Mi paso por la televisión ha sido meramente accidental, muy afortunado, pero accidental. En general nunca he ido a buscar trabajo en televisión, donde soy muy feliz es en el teatro. Si me hablan para hacer algo de tele voy inmediatamente, pero como no sucede muy seguido y sí tengo trabajo en la compañía donde estoy (OCESA), no lo cambio por nada.
?Yo no puedo decir que me encasillé aunque tampoco podía buscar papeles de galán. Lo que nunca pude asimilar fue la fama a lo idiota que de alguna manera te da la televisión: igual le piden un autógrafo al que sale en un comercial que al perrito que sale en otro. Lo que es muy difícil es hacerte de un nombre, que la gente sepa cómo te llamas, eso es lo más difícil?.
