EFE
VIENA, AUSTRIA.- El presidente de Austria, Thomas Klestil, murió ayer en Viena a los 71 años de edad y a dos días de concluir su segundo mandato presidencial de seis años, tras sufrir el lunes dos paros cardíacos y ser ingresado en una unidad de cuidados intensivos del Hospital Clínico (AKH) de esta capital.
Fuentes hospitalarias confirmaron a la televisión pública ORF que el jefe de Estado falleció a las 23:33 hora local en la citada clínica, rodeado de sus familiares.
La muerte de Klestil se produjo por un fallo multiorgánico general, tras los severos daños sufridos por la falta de oxígeno que padeció el Presidente en la madrugada del lunes, cuando padeció dos paros cardíacos consecutivos en su residencia oficial.
Tras ser reanimado por uno de sus guardaespaldas, el jefe del Estado fue transportado en helicóptero a una unidad de cuidados intensivos del AKH donde fue inmediatamente sometido a un coma artificial por sus médicos.
El jefe del equipo que lo ha atendido, Christoph Zielinski, había advertido en la mañana de ayer que la situación del paciente era muy crítica y que había que contar con que su destino se decidiría a lo largo de ese mismo día.
Klestil nunca llegó a recuperarse plenamente de las consecuencias de una pulmonía atípica que sufrió en 1996, cuando también tuvo que ser inducido a un coma artificial.
No obstante, la población austríaca y la familia del jefe de Estado se han visto completamente sorprendidos por el repentino empeoramiento de la salud del Presidente, quien tenía una amplia agenda para esta semana, colmada de diversos actos de despedida del cargo.
“Treinta y seis horas antes de concluir su mandato de doce años en la presidencia federal, Klestil ha cumplido con su deber hasta el último aliento”, señaló a la ORF el socialdemócrata Heinz Fischer, elegido como próximo Presidente de la República Federal de Austria en los comicios presidenciales de abril pasado.
“Toda Austria está de luto”, dijo visiblemente afectado Fischer, quien asumirá la jefatura del Estado mañana jueves.
En señal de duelo, el Ejército federal ha ordenado colocar las banderas a media asta en los edificios públicos de todo el país.
