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JERUSALÉN, ISRAEL.- Madonna llegó el miércoles a Israel para estudiar el misticismo judío en la fecha que coincide con el Año Nuevo Hebreo.
Su visita de cinco días, que incluye un recorrido por las tumbas de los sabios rabínicos, ha provocado una reacción diversa en el país, concentrado normalmente en el conflicto con los palestinos.
Algunos han expresado entusiasmo, otros confusión y otros han reaccionado airadamente.
Madonna no es judía pero en años recientes ha expresado interés en la Cábala, o misticismo judío. Ha adoptado el nombre hebreo de Esther, lleva una hebra de hilo rojo en una muñeca para que la proteja del mal ojo, y según se informa se niega a actuar en el día de descanso, el Shabat.
Asimismo ha incorporado símbolos judíos en algunos de sus videos musicales, provocando consternación entre muchos líderes religiosos.
La organización que se encarga de su visita a Israel ordenó a los periodistas vestir túnicas blancas y les prohibió tomar apuntes durante el Año Nuevo, o Rosh Hashaná.
"Esto es espectáculo, no judaísmo”, dijo bromeando Uri Orbaj, un popular locutor de radio.
Madonna forma parte de un grupo de dos mil estudiantes de misticismo judío procedentes de 22 países, según informó el Centro Cábala, que auspicia el viaje.
La diseñadora Donna Karan y Marla Maples, ex esposa de Donald Trump, figuraban entre otras luminarias que participan, dijo el centro.
El diario Yediot Ahronot informa en primera plana sobre la visita de Madonna. En otra página titula la noticia "Esther viene por las fiestas”.
