Colonias están en riesgo por lluvias
Desde hace diez años que el fraccionamiento Miramar y sus calles aledañas, en tiempo de lluvia, registran el mismo problema: vías excesivamente encharcadas y llenas de lodo. Apenas se puede caminar y los automóviles circulan con mucha cautela. Los vecinos de este lugar, así como de las colonias cercanas, manifiestan que las autoridades municipales nunca han tenido interés en pavimentar.
Magdalena Carrillo Hernández, vecina del fraccionamiento Miramar, explica que desde que ella llegó a este lugar los enormes encharcamientos que se registran en diferentes calles, que prácticamente impiden caminar en forma adecuada, son normales cuando se presenta la época de lluvias.
Sobre la calle Yucatán que divide a varias colonias, entre las que a su paso se encuentran Jardines de Cancún, San Carlos y Benito Juárez, los grandes charcos son un grave problema para transeúntes y automovilistas. El lodo llega hasta la puerta de las distintas casas que hay sobre esta calle, pero los vecinos de este lugar indican que todo esto ya es normal; incluso, se han cansado de pedir apoyo.
Magdalena Carrillo afirma que sus seis hijos salen a jugar continuamente en estas vías de comunicación y que el lodo y charcos les encantan, por lo que debe tener mucho cuidado sobre la higiene y el aseo de los niños.
Por su parte, José Rodríguez Vela, jubilado, de 78 años de edad, quien también vive por este fraccionamiento, dice que los enormes charcos que se encuentran sobre la calle ya son normales, aunque hay gran presencia de moscas y mosquitos.
Durante el recorrido que realizó El Siglo de Durango por estas colonias, se observó que los vecinos de estos asentamientos debían cruzar los arroyos de circulación con mucha cautela, para evitar algún resbalón que les pudiera causar algún accidente.
Las casas que están ahora sobre estas colonias progresaron poco a poco. Hace más de diez años que gran parte eran apenas unos terrenos; otras comenzaron como jacales y hogares fabricados de cartón, madera y pies de casa.
Ahora la infraestructura actual es distinta, pues muchas casas ya llevan un gran avance en su aspecto físico. La gran mayoría son ya de concreto y ladrillo; sin embargo, en la medida que están cambiando las estructuras de las viviendas, no pasa lo mismo con las calles, que se van quedando atrás en la modernización de las colonias.
La presencia de vectores, principalmente las moscas y los encharcamientos, provocan algunas enfermedades en los niños, como le pasó a Magdalena Carrillo, quien sufrió hace unos 22 días la diarrea de dos de sus hijos de cuatro años (cuates). Afortunadamente, no pasó a mayores, pero existe el riesgo de que vuelvan a contraer alguna enfermedad, debido a que los menores de cinco años son más vulnerables.
Ranchos ganaderos
En la presente temporada de lluvias, el poblado Málaga y los ranchos ganaderos circunvecinos otra vez están expuestos a sufrir la pérdida de casas, cultivos, animales e infraestructura productiva, si llegara a desbordarse el río La Sauceda, porque no se hizo la obra necesaria para ampliar el paso del agua en el cruce de la autopista Durango-Gómez Palacio.
Así lo reveló ayer José Rosete Ponce, propietario del rancho Belem, e insistió en que es necesario construir los drenes o pasos de agua de un tamaño suficiente para darle salida a los excedentes arriba de los 100 metros cúbicos de agua por segundo, que pudiera recibir el río La Sauceda, provenientes de la presa Peña del Águila.
Volvió a señalar como responsables a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y a la Comisión Nacional del Agua si nuevamente sufren daños en sus propiedades.
Reconoció que con recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales se reforzó el bordo que protege al poblado, y se reconstruyó el camino que el año pasado quedó en malas condiciones.
Explicó que los problemas de los habitantes de Málaga y los ranchos de esta región comenzaron con la construcción de la autopista porque no le dejaron la salida suficiente para que el agua de los ramales del río La Sauceda retorne a su cauce normal.
Rosete Ponce dijo que el cauce del río tiene una capacidad para 100 metros cúbicos por segundo, y que en septiembre del 2003, al abrirse las compuertas de la presa Peña del Águila, tras varios días de lluvia, corrieron cerca de 240 metros cúbicos por segundo, lo que inundó la zona en una área de 25 kilómetros cuadrados.
Destacó que el problema radica en que los cruces de agua construidos en la autopista no son suficientes para darle salida a las fuertes avenidas del río, porque suman 20 metros cúbicos por segundo, en dos alcantarillas ubicadas una en el kilómetro 11 y la otra en el kilómetro 21, lo que hace inundable esta zona de Málaga.
Además, aseveró que otro factor importante es que aguas abajo, en el poblado El Arenal, confluyen los ríos La Sauceda, El Tunal y Santiago Bayacora, que es lo que hace crisis también aguas arriba, y fue lo que propició también el año pasado que se inundaran casas, quedaran cultivos anegados, hubo ganado ahogado, así como daños en pozos y maquinaria, además de que el camino quedó intransitable.
El año pasado, la situación de emergencia se vivió la tarde del lunes 22 de septiembre, cuando las intensas lluvias obligaron a la Comisión Nacional del Agua a abrir las compuestas de la presa Peña del Águila y bajaran formándose una represa en la autopista, que alcanzó hasta un metro de alto, y como no dejaron los pasos suficientes como los tenía la vía del ferrocarril, el agua se acumuló e inundó ranchos, cultivos y provocó la muerte de ganado.
José Rosete Ponce añadió que van dos inundaciones consecutivas, por lo que en su momento se le pidió a la SCT a la corrección de la falla en la construcción de los drenes de poca capacidad en la autopista, y que es muy fácil determinar de qué tamaño deben construirse con las estadísticas de los últimos 30 años.
Reiteró que la SCT hizo mal el proyecto de la autopista hace seis o siete años, porque no consideró el volumen que en determinado momento va a ser desfogado de la presa Peña del Águila.
Inundaciones en región
Málaga es considerada una zona de alto riesgo por inundaciones como otras poblaciones más del Valle del Guadiana por donde cruzan ríos y arroyos, dio a conocer el gerente de la Comisión Nacional del Agua, Miguel Calderón Arámbula.
En prevención a las inundaciones en las poblaciones dijo que las dependencias de los tres niveles de gobierno han realizado diversas actividades de limpieza, desazolve y refuerzo de bordos.
?Estamos en mejores condiciones que otros años?, afirmó el Gerente de la Conagua. Destacó, sin embargo, que los puntos más vulnerables son las poblaciones asentadas por donde pasan ríos y arroyos.
Destacó que en estas condiciones se encuentran la parte baja del río El Tunal en los poblados Francisco Villa Viejo y 5 Febrero; el puente del Diablo en 5 de Febrero y Navacoyán; el puente Gavilanes de la parte del Río Santiago Bayacora y por el río La Sauceda, Málaga.
Calderón Arámbula consideró que para la Zona Sur de la ciudad, con la rectificación y revestimiento del Arroyo Seco, las lluvias dejaron de ser un peligro.