EFE
MADRID, ESPAÑA.- El actor estadounidense John Malkovich considera que el "divorcio" entre Europa y EU "no se reparará" en el futuro, en referencia al enfriamiento de las relaciones entre ambas partes.
"Pasé el último año en Estados Unidos y vi pocas evidencias de que quieran recomponer las relaciones, y estuve quince años en Europa y vi lo mismo", dice Malkovich en una entrevista en la ciudad española de Barcelona, donde prepara el estreno de la obra teatral Hysteria, que él dirige.
Malkovich recuerda que "ha vivido en las dos partes" y tiene "gente que quiero en ambos sitios, pero (las relaciones) me parecen en este momento más como un divorcio y un tipo de divorcio bastante agrio".
Añade que no piensa que ello "sea por la guerra de Irak, es sobre cosas mucho más profundas que eso, diferentes culturas completamente, pues no veo mucha base en común".
"Si me está preguntando por una pura cuestión histórica -asevera- no veo una gran alianza entre América y Europa", por lo que "no veo que las relaciones se repararán".
Desde la condición que le otorga haber vivido quince años en Francia, Malkovich se muestra contrario a la "excepción cultural" que abandera ese país para proteger el cine y otros productos culturales de su industria porque "no creo que funcione a largo plazo".
"No soy muy buen pronosticador, no sé qué pasará en el futuro, pero considero que a largo plazo no ayudará al cine francés, al iraní o a ningún cine", augura el actor, uno de los estadounidenses que más ha intervenido en producciones europeas.
A su juicio, lo que ayuda al cine "es hacer obras que la gente decide que quiere ir a ver, incluso si eso implica en gran medida aspectos como modas o tendencias".
Cree que "el factor decisivo es hacer películas que la gente quiera ver; quiero decir, en otras palabras, que Amores Perros o Y tú Mamá También van a hacer más por la industria cinematográfica mexicana que lo que el Gobierno mexicano decida".
Respecto a las diferencias entre el "star system" norteamericano y la industria europea, Malkovich declara que en el Viejo Continente "no se tiene la presión que hay en EU para ganar dinero", lo que "amplía el campo sobre qué tipo de película puedes hacer".
Se confiesa "perfectamente feliz con el sistema capitalista", aunque por ello "no diría que sólo porque algo hace mucho dinero es bueno; obviamente no lo es, no significa eso en absoluto, pero en los años 70 el cine americano produjo grandes películas que también hicieron ganar un montón de dinero".
Según Malkovich, "eso es más difícil ahora", aunque hay jóvenes directores en Estados Unidos y otras partes del mundo que "están renovando las películas" e "incluso son muy buenos en lograr que sus creaciones artísticas funcionen comercialmente".
RECOMIENDA IR AL PSICOANALISTA
El actor estadounidense que dirigirá la obra Hysteria, recreación teatral de la visita de un joven Salvador Dalí a un anciano Sigmund Freud, recomienda el psicoanálisis al menos una vez a la semana y desvela los efectos que este método ha tenido sobre él.
En el teatro Victoria de la ciudad de Barcelona y tras recibir la visita del diseñador español Antoni Miró, encargado del vestuario de la obra, Malkovich atiende con el mismo aire abstraído y enigmático que imprime a algunos de los personajes que le han hecho famoso en el cine.
Malkovich, que en sus 50 años ha recurrido al psicoanálisis en algún periodo de inestabilidad de su vida, recomienda este método ?para usted y todos los periodistas, bien durante unos diez años o al menos un día a la semana?, y asegura que a él le ayudó a cambiar su percepción sobre las personas.
?Creo que su utilidad depende de si quieres hacer el esfuerzo de descubrir porqué te sientes en la forma en que lo haces respecto de determinadas cuestiones o porqué respondes en el modo en que lo haces hacia ciertas cosas, así que ¿por qué no??, dice el actor-director.
Malkovich, rostro inescrutable, se abre en este punto y revela que, ?en mi caso, no creo que supusiera un gran cambio en mí mismo, per se, pero pienso que supuso un considerable cambio en cómo yo veía al resto de la gente?. En este sentido, apunta que, ?particularmente, antes siempre tomaba lo que la gente decía desde el plano más superficial y probablemente no era muy inteligente, y quizás eso cambió en algún grado después de que me sometí al psicoanálisis?.
