SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Las molestias entre los inquilinos van de mal en peor y la más afectada es Manola, quien a pesar de haber pedido disculpas a sus compañeros por haberles llamado muertos de hambre, no logra controlar su carácter tan explosivo.
Por unos huevos, por el perro, por los juegos y hasta por la mosca que pasa, la regiomontana no pierde la oportunidad de hacer un drama, por lo que a sus "hermanitos" ya está hartando, que posiblemente pueda verse reflejado el próximo domingo de expulsión.
La primera pelea fue con Claudia, a quien le reclamó: ¿Por qué metiste mis toallas a la lavadora!? (acción que realizó Claudia para evitarle agotamiento a la colaboradora de Otro Rollo), aunque Lizaldi se quiso disculpar, Manola le gritó: "No te metas en mis cosas! Yo no actúo, yo no tengo miedo. Esa es la gran diferencia entre yo y muchos habitantes de la casa. No soy una hipócrita. No juego a ser la buena. Estoy tan harta de tanta falsedad, me desespera que haya tanta gente estúpida".
Pero hasta con Big Brother tiene problemas, debido a que, mientras lavaba el baño, salió corriendo a escuchar porras a su favor, mientras lo hacía Big Brother puso música y evitó que la regia escuchara el apoyo, por lo que provocó su furia, pero no quedó ahí, ya que le cayeron tres piedritas en la cara, que aventaron los albañiles de una construcción que se realiza frente a la casa de Santa Fe, logrando así, que se metiera a la casa.
Al parecer el único habitante que aguanta a la ojiazul es Fabián Lavalle, a quien lo considera su mejor amigo, y con ello su consentido dentro del reality show que finaliza, la primera parte, el 16 de mayo.
