AGENCIAS
MÉXICO, DF.- Con los votos en contra de Medina y Espino, el PAN decidió dejar como dirigente a Luis Felipe Bravo, para concluir en 2005 su período institucional al frente del partido, ya que no hay ningún motivo que justifique adelantar la sucesión en el mando panista.
Los panistas argumentaron que un relevo distraería la atención del partido que ahora debe estar enfocada a las elecciones de 2004.
En conferencia de prensa, Bravo consideró la decisión del CEN del Partido Acción Nacional (PAN) que adoptó de manera unánime, como un importante respaldo a su desempeño para la última etapa de su segundo período al frente del partido.
El dirigente panista había propuesto hace un mes al CEN reflexionar sobre la conveniencia de adelantar la sucesión de la dirigencia panista, a fin de que los integrantes de un futuro Comité Nacional tuvieran más tiempo para conducir el proceso de selección del próximo candidato presidencial del PAN y lo relativo a la contienda por la Presidencia de la República para 2006.
La decisión del CEN se da en momentos en que el dirigente nacional panista enfrenta diversos problemas derivados de la contienda anticipada por la candidatura presidencial para 2006, así como de una austeridad obligada por la multa de casi 400 millones de pesos que paga al Instituto Federal Electoral (IFE) por el caso Amigos de Fox.
Bravo Mena fue reelegido el nueve de marzo de 2002 y deberá terminar en marzo de 2005.
Aspirantes a la dirigencia panista, como el diputado Germán Martínez, el subsecretario de Gobernación, Humberto Aguilar y el senador Juan José Rodríguez Prats, entre otros, han manifestaron públicamente que Bravo debía terminar su período hasta marzo de 2005.
La mayor victoria que celebró Bravo Mena al frente del Partido Acción Nacional, en su primer período como dirigente (1999-2002), fue el triunfo de Vicente Fox el dos de julio de 2000.
Tras el triunfo electoral de Fox, Bravo ha enfrentado diversas crisis internas, que han ido desde reclamos al interior del partido porque no se incluyó en el gabinete presidencial a más panistas o porque no se relevó a los delegados estatales del Gobierno Federal identificados con el PRI.
Con 205 diputados federales panistas en la 58 Legislatura, el PAN no pudo sacar en el Congreso las Reformas Estructurales que planteaba el presidente Fox, entre ellas la Reforma Hacendaria que pretendió entre otras cosas gravar con diez por ciento de IVA a alimentos y medicinas, lo cual también dividió a los panistas.
Con el lema “Quítale el freno al cambio”, el PAN creyó poder ganar la mayoría en el Congreso, pero los comicios del seis de julio de 2003 sólo significaron un retroceso electoral para el partido al quedar con 151 diputados.
Además, Bravo Mena tuvo que encarar la exigencia de senadores panistas para relevar a su coordinador, Diego Fernández de Cevallos, por la inconformidad ante su forma de dirigir al grupo parlamentario, pero también por la molestia que causó que sea abogado litigante, a veces contra el mismo Gobierno.
En la actualidad, Bravo Mena ha debido llamar al orden a varios destacados panistas que aspiran a la candidatura presidencial de 2006.
