06 de marzo de 2004.
Crawford, EU, (EFE).- Los presidente de EU, George W. Bush, y México, Vicente Fox, mantienen hoy una jornada de trabajo con varios asuntos bilaterales en la agenda, con especial atención a la inmigración, al término de la cual ofrecerán una rueda de prensa.
Tras la jornada relajada que disfrutaron este viernes, en la que Bush y su esposa Laura enseñaron su rancho texano al matrimonio Fox y les ofrecieron una cena junto a un grupo de amigos, los dos presidentes se pusieron a trabajar para tratar de avanzar en varios temas.
La reunión en Crawford llega con un retraso de un año y medio, después de que diez días antes de una visita similar prevista en agosto de 2002, Fox decidiera no viajar en señal de protesta por la ejecución de un ciudadano mexicano en una cárcel estadounidense.
Como adelantó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, la cuestión migratoria ocupará buena parte de las conversaciones en las que se hablará también de comercio, derechos humanos, pena de muerte y del contencioso por el uso de los recursos acuíferos comunes.
Bush y Fox estarán acompañados por sus principales asesores en esta entrevista, de la que, según adelantaron ambas partes antes de que comenzara esta minicumbre, no hay que esperar grandes anuncios.
Sobre lo más novedoso, el anuncio de Washington de que estudia eximir a millones de mexicanos de los exámenes biométricos obligatorios para cruzar la frontera, el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, dijo que es analizada con "mucho detenimiento".
Sobre la iniciativa presentada por Bush hace dos meses para dar estatus legal temporal a millones de extranjeros (la mayoría de ellos mexicanos) en situación ilegal, McClellan se limitó a manifestar que Bush "sigue muy comprometido" con la iniciativa.
Pero a buen seguro habrá que esperar al menos hasta después de las elecciones presidenciales en EU del 2 de noviembre próximo para que el Congreso tome decisiones concretas al respecto.
En materia de derechos humanos, Fox presionará para aliviar la situación de los 52 mexicanos condenados a muerte en EU, uno de los cuales, Osvaldo Torres, declarado culpable de un doble asesinato en Oklahoma en 1993, ya tiene fecha de ejecución: el 18 de mayo.
México quiere que EU suspenda las ejecuciones de mexicanos, al menos hasta que haya un dictamen de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, pero la Casa Blanca subrayó que este es "un asunto legal" por resolver y que "no vamos a especular ahora".
En cuanto al contencioso por el agua, McClellan declaró que "estamos satisfechos por el progreso del último año, en el que las entregas de agua de México han excedido la obligación anual" establecida en el Tratado de Aguas de 1944, pero recordó que todavía "hay un déficit extraordinario" por la parte mexicana.