EL PAÍS
Pekín, CHINA.- Varios cientos de miles de personas tomaron ayer las calles de Hong Kong para pedir democracia y mostrar su frustración con Pekín por negarles la posibilidad de elegir a sus propios dirigentes. En medio de las altas temperaturas, alrededor de 500,000 manifestantes, según los organizadores, 200,000, según la policía, participaron en la marcha, en la que figuraban pancartas con eslóganes calificados por Pekín de separatistas como “Devuelve el poder al pueblo”.
El Gobierno de Pekín califica la protesta de separatista y la prensa china apenas informa de la protesta. Activistas prodemocráticos, como Martin Lee, se apresuraron, sin embargo, a dejar claro que no buscan la independencia de Hong Kong, sino el derecho a decidir de forma libre quién rige sus destinos.
El pasado abril, Pekín sembró las iras en la ex colonia al dictaminar que los ciudadanos no podrán votar al sucesor del actual jefe ejecutivo, el criticado Tung Chee Hwa, en las elecciones que tendrán lugar en 2007, ni tampoco a todos los integrantes del Parlamento el año siguiente.
“Los ciudadanos de Hong Kong disfrutan de una democracia real y sin precedentes”, respondió Zhang Qiyue, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. Y añadió que los asuntos de la ex colonia son un asunto interno. Los medios de comunicación chinos pasaron de puntillas sobre la protesta sin informar de sus razones ni del número de participantes. El Gobierno teme que la concesión de mayores libertades a la región administrativa especial pueda incitar a los habitantes de China continental a exigir reformas, que podrían poner en peligro la continuidad del partido comunista. Los diputados de la oposición han denunciado el descenso de grupos de turistas procedentes del continente en los últimos días, en lo que sospechan ha sido una maniobra de Pekín para evitar que coincidan con la protesta. Normalmente entran entre 500 y 600 grupos al día, pero, según la Asociación de Touroperadores, la cifra ha caído a alrededor de 50 desde el pasado miércoles.
La marcha ha arrojado una sombra sobre las celebraciones del aniversario de esta región de siete millones de habitantes.
El Ejecutivo de Hong Kong, sin embargo, ha hecho hincapié en las mejoras experimentadas desde hace un año, cuando la crisis económica, empeorada por la epidemia de neumonía atípica, favoreció la masiva participación en la protesta. Una de las medidas que ha contribuido a la recuperación ha sido la decisión de facilitar la concesión de visados a los turistas del continente, lo que ha supuesto una buena inyección para el comercio. El paro cayó al siete por ciento en mayo, tras haber alcanzado el 8.7 por ciento en julio de 2003, el valor más alto en 20 años.