El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- De la María del Sol que posó para la revista Playboy, sólo queda el recuerdo. Hace ocho años que desapareció la mujer banal y egocéntrica que le encantaba estar en el “top ten” y aparecer en los medios de comunicación.
Cuando conoció a Jesucristo, su vida cambió por completo, lo único que quedó de ella fue su gran voz, la cual utiliza ahora para llevar la palabra de Dios a todos los lugares que le es posible.
“La fama la padecí, no me encantó, la padecí. Uno se vuelve esclavo de los demás, vales por lo que eres en el momento... estar basando tu esperanza y tu felicidad en quién eres, en el top ten, es verdaderamente escalofriante, muy feo”, dijo la tarde del viernes, minutos antes de cantar en el Teatro Alberto M. Alvarado como parte del congreso Levántate Esther.
Tras cada palabra que salía de su boca venía una alabanza a su creador, el que logró que le pusiera más interés y prioridad a su familia y el que hizo posible que saliera “la preciosa personalidad que tenía”. “Hoy sé que el director del timón, el director de mi vida es Jesucristo”.
-¿Qué sería de María del Sol sin su gran voz?
-Nunca me he cuestionado eso, no sé qué sería, pero tampoco sé qué hubiera sido si no conociera al Señor; a lo mejor me hubiera vuelto loca. Si hoy me quedara sin voz sé que el Señor me abriría otro panorama y me permitiría sentirme útil, amada, querida por él y haciendo otra cosa.
Cuando retrocede su vista al pasado, la actriz y cantante se da cuenta que hizo muchas cosas que actualmente no le habría gustado realizar, pero sostuvo que todo ello le sirve para darse cuenta “qué tan vacía y cieguita estaba”.
“Si yo no estuviera de la mano de Jesús no sé dónde estaría mi hija... cuando yo era artista era por demás egoísta, egocéntrica, si las cosas no me gustaban te despedía, te gritaba, te recordaba tu quinta, sexta generación. Era una porquería”.
Durante el tiempo que María del Sol lleva como cristiana, ha tenido que soportar críticas, majaderías y burlas, comentarios que le han dolido pero con los que ha sabido lidiar.
Plenamente segura, manifestó no interesarle ser famosa nuevamente, lo único que quiere es compartir por medio de su voz el amor que Dios siente por todo el mundo.
“Estoy grabando un disco que todavía no tiene nombre, pero es un material donde es más María del Sol en el sentido estricto de lo que estoy viviendo como mujer; no es un disco de alabanza, no es un disco de adoración para iglesia, y no porque me avergüence, sino porque creo que es importante que la gente vea la vida de una mujer con sus detalles, sus dudas, sus enojos, sus desencantos... si Dios lo permite, sale en octubre”, finalizó.
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Mensaje de amor
Cuando la pantalla terminó de pasar una semblanza de su vida, la “nueva” María del Sol apareció en el foro. Las mujeres que abarrotaron el Teatro Alberto M. Alvarado la recibieron efusivamente. Esta vez no interpretaría No Prometas lo que no Será ni sus éxitos de antaño, sino temas meramente religiosos.
Ataviada con blusa rosa y falda negra, ambos con cortes asimétricos, la artista transmitió su felicidad por medio de su gran voz, la cual sigue siendo tan privilegiada como cuando ganó el concurso OTI Internacional.
María del Sol vino a La Laguna exclusivamente al congreso de mujeres Levántate Esther para transmitir un mensaje de amor y para contar la historia de su transformación, logrando que las asistentes se le entregaran en todo momento. “Estoy muy contenta de poder estar aquí haciendo esto, cantando y contando mi testirollo y compartiendo lo que el Señor ha hecho en mi vida”.
Además de su participación del viernes, esta mujer que participara en varias telenovelas, entre ellas Mi Segunda Madre, fue la encargada de cerrar el congreso la tarde de ayer, anotándose otro éxito en su vida.
Nueva visión
Fue entre 1986 y 1987 cuando esta cantante llegó a la cima del éxito, del que decidió bajarse por salud mental.
-Ahora que es cristiana, encontró un estilo de vida diferente, con el que se siente mejor y más identificada.
-Profesa dicha religión desde el 21 de enero de 1996. Anteriormente “practicaba la religión de cajón”.
-Pertenece al grupo cristiano Semilla y Mostaza, mismo al que asiste Fermín IV, ex integrante de Molotov.
-Yuri fue quien la condujo a este camino; procuran estar al pendiente la una de la otra llamándose por teléfono para ver cómo están. “Si antes éramos amigas, ahora más”.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón