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CUERNAVACA, MOR.- Satisfecha por su primer protagónico dentro de la telenovela mexicana Belinda, de la cual grabó algunas escenas, la actriz Mariana Torres reconoció su deseo de volver a la conducción de programas televisivos, que le den proyección en el sector juvenil.
En "La ciudad de la eterna primavera", la intérprete dijo en entrevista que no tiene proyectos para televisión por el resto del año, pero quiere continuar con su carrera como conductora.
Recordó que en el programa infantil Disney Club tenía a su cargo una sección llamada Fechorías, en la que "aprendí lo que sé de conducción, pero ahora tengo ganas de hacer algo para los chavos de mi edad y completamente en vivo".
Explicó que las emisiones en directo la ponen nerviosa, pues "la presión aumenta y no puedes cometer errores, y si lo haces debes tener la capacidad de improvisar para sacar adelante tu trabajo".
Torres, quien se mostró triste porque la telenovela que estelariza llegará a su fin el mes entrante, dijo que "lo máximo a lo que me puedo enfrentar en estos momentos es a hacer programas en vivo, porque me desmostraré a mí misma y al público que tengo la capacidad de hacerlo".
En relación a sus planes de trabajo inmediatos, señaló que le propusieron actuar en la obra de teatro "El Tenorio", aunque no ha concretado nada.
No obstante, la actriz que ha participado en telenovelas como Por ti, Como en el Cine y Dos Chicos de Cuidado en la Ciudad, dijo que el proyecto le parece interesante y le agradaría realizarlo, debido a que sería un buen comienzo para su incursión en teatro.
Consideró que es apta para ejecutar cualquier personaje que le ofrezcan, pues "he estudiado y día con día trato de prepararme más para poder irrumpir en cualquier ámbito que mi carrera artística requiera".
Reveló que uno de sus sueños es trabajar en el cine mexicano, pues "considero que está en un buen momento porque se han hecho buenas historias con un excelente elenco, lo que ha disparado a la industria a competir a nivel internacional".
Comentó que lo que le molesta de algunas películas nacionales es el abuso del lenguaje, en cuestión del empleo de groserías, y la explotación de los desnudos como una forma de mercadotecnia para llamar la atención de los espectadores.
"Yo no haría un desnudo si me lo propusieran en este momento, pues no me siento preparada para ello, pero cuando una buena historia lo amerite y sepa que soy lo suficiente madura para hacerlo y que no me encasillaré, entonces lo haré", concluyó.