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MÉXICO, DF.- Con su reciente telenovela, Gata Salvaje, la actriz Marlene Favela ha llegado a mercados nunca imaginados, como Japón, Argentina, Yugoslavia y Singapur, por lo que considera que es más conocida en el extranjero que en México.
"La telenovela se ha vendido a 74 países, además, en España ha sido la telenovela más vista de todos los tiempos y en Argentina figura en el primer lugar. Es como un sueño, pero no me basta porque también deseo triunfar en México, ser profeta en mi tierra", explica la protagonista.
Entre otras cosas, cuenta que el próximo lunes inicia su participación en la telenovela Rubí, en la que encarnará a "una chica buena, pero no tonta". Y es que siempre hace papeles de mujer noble, "porque no me ofrecen hacerla de villana". ¿Con esa carita? "Si verdad, como que la gente no me creería", dice mientras pone cara de pícara sufrida (risas).
Originaria de Durango, Marlene explica que en la vida real sólo es una gata salvaje cuando se trata de defender lo que más quiere, como su familia o su integridad, aunque por lo general soy muy tranquila.
Entonces recuerda que de niña era muy tímida, pero también tremenda: "En la primaria le pegaba a los niños, hasta a los que me gustaban. Y sabes por qué, pues porque me decían Dientes de conejo. Es más, yo soñaba con ser alta, con crecer para que mi cuerpo correspondiera con el tamaño de mis dientes".
Pese a su imperfecta dentadura, "desde entonces sabía que era bonita, porque siempre ganaba los concursos para Reina de la Primavera". Hoy en día es una de las actrices más atractivas de las telenovelas. Escultural y de finos rasgos, Marlene contradice los sueños de muchos hombres: "No me considero una mujer sensual", dice y luego ríe ante el gesto de incredulidad: "¡En serio!, sé que soy atractiva, pero no se me da la sensualidad".
¿Y qué piensas cuando ves que todos voltean al verte pasar?, se le pregunta. "Eso no es cierto", ataja, pero se le refuta como dándole a entender que a quién quiere engañar: "bueno, es bonito, es un halago, como si te dijeran muchos piropos lindos".
¿Vanidosa? "Sí, claro, y mucho, muchísimo", expresa.
¿Defectos?, "tengo varios pero no te los voy a decir (risas). No, en serio, soy caprichosa, terca y a veces egoísta".
Físicamente no tiene nada que le desagrade: "Antes, cuando era más joven sí pensaba que sería padre tener ojos claros o cosas así, porque era insegura y tímida. Ahora pasa lo contrario. He crecido emocional y espiritualmente, así que me quiero mucho, estoy contenta con lo que tengo".
