México, (EFE).- Para aligerar los tiempos de espera, el aeropuerto de la capital mexicana ofrece a los viajeros desde baños de leche y relajantes para mujeres recién casadas hasta automóviles de lujo enviados al punto de destino del comprador.
Un pasajero se ve obligado a esperar hasta tres horas antes de abordar su vuelo debido a las medidas de seguridad reforzadas desde hace tres años para prevenir acciones terroristas.
Diariamente 21 mil personas transitan por la terminal capitalina, que tiene capacidad para atender a siete mil 600 pasajeros cada hora, lo que es un manjar para los establecimientos comerciales.
En las horas de espera, el pasajero se ve atrapado en este "pequeño mundo" de 122 mil metros cuadrados, el cual le ofrece entretenimientos, negocios y placeres en 473 tiendas.
La renta de estos establecimientos representa el 18,7 por ciento del total de los ingresos que obtiene el aeropuerto.
Marcela Espinoza, una encargada de una pequeña tienda, asegura que "los visitantes se convierten en consumidores compulsivos pues, aunque no necesitan nada en particular, empiezan a comprar cualquier cosa".
Al igual que otros aeropuertos en el mundo, esta terminal cuenta con hoteles, bancos, casas de cambio, restaurantes y tiendas de curiosidades, pero éste además tiene un "spa" y una agencia de autos importados.
Las ofertas abarcan todos los gustos pues se ofrece desde almohadas de viajero hasta autos marca Jaguar, que se pueden adquirir pagando al contado desde 42 mil hasta 124 mil dólares estadounidenses.
Otras opciones para "matar" el tiempo son el masaje y los baños con esencias naturales para reafirmar el cuerpo y combatir el estrés.
"También hay tratamientos especiales para preparar a una persona que va a participar en un evento deportivo o de negocios", comentó la encargada del establecimiento.
Hay baños para suavizar la piel como los baños de leche y el baño de seda para las mujeres recién casadas, que cuestan de 50 a 100 dólares.
Existe otro tipo de centros de entretenimiento para niños y jóvenes, que son vistos como potenciales "héroes" en juegos virtuales y de vídeo en los que pueden rescatar a los 455 pasajeros de una aeronave secuestrada, por sólo 4.5 dólares.
Además, hay otras opciones al interior de este establecimiento, en el que se puede participar también en torneos de golf, subir a un cuadrilátero de boxeo para pelear contra el mejor púgil mundial o simplemente viajar virtualmente en una nave espacial o en una motocicleta a gran velocidad.
Según testimonios de los responsables de los comercios, los mejores consumidores provienen de Europa, Asia y Estados Unidos, pues "es seguro que no olvidan comprar su botella de tequila, artesanías mexicanas y réplicas de figuras prehispánicas, y se aseguran de llevarse 'bien puesto' el sombrero de charro, el rebozo o el sarape (poncho)".
Hay testimonios sobre la bienvenida a personajes importantes como el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, quién no se escapó de lucir un sombrero de charro a su llegada a este aeropuerto, en la que fue su primera visita a México como Jefe de Estado.
El aeropuerto de la capital mexicana es considerado como el más grande de las metrópolis de América Latina, al atender un promedio de 20.6 millones de pasajeros anuales.