AGENCIAS
JERUSALÉN.- El Ejército israelí mató ayer al jefe de las Brigadas de Al Aqsa en el distrito cisjordano de Naplusa, Jalil Marshud, en un ataque aéreo cuando circulaba en un coche por el campo de refugiados de Balata, confirmaron fuentes militares. Un día antes el grupo aseguro que se preparaba para lanzar ataques sin precedentes contra blancos judíos y que estudiaba los métodos para perfeccionar e intensificar sus atentados hasta que concluya la ocupación.
Ayer, la explosión del cohete disparado mató también a un segundo miliciano que viajaba con Marshud y que ha sido identificado como Muhamad Asi. Un viandante también resultó herido grave.
La muerte de Marshud y de su acompañante se enmarcan dentro de la política de asesinatos selectivos de cabecillas de la Intifada de Al Aqsa que practica Israel.
Fuentes palestinas dijeron que Marshud, de 24 años, estaba considerado uno de los principales dirigentes de las Brigadas, milicia vinculada al movimiento Al Fatah de Yasser Arafat, en toda la parte norte de Cisjordania.
Israel responsabiliza a la víctima de numerosos atentados dentro de su territorio, entre ellos el que iba a ser cometido hace unos dos meses por una madre de siete hijos que fue interceptada en un control militar en Cisjordania.
La muerte del miliciano puede suponer un serio obstáculo para los esfuerzos del presidente palestino, Yasser Arafat, para tratar de incorporar a esa milicia a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), a fin de interrumpir su actividad independiente.
Dichos esfuerzos forman parte de los pasos que el presidente palestino ha comenzado a dar para tratar de pacificar la zona con vistas a la retirada israelí de la Franja de Gaza el año que viene, bajo los esfuerzos mediadores de Egipto.
“Con este asesinato Israel ha liquidado cualquier oportunidad de calmar la situación, porque ningún acuerdo de alto el fuego comprometerá ahora a la organización”, dijo una fuente de las Brigadas desde el anonimato, en declaraciones que publica la edición electrónica del diario israelí “Yediot Aharonot”.
Egipto convocará para el mes que viene una conferencia en EL Cairo con las milicias palestinas para convencerlas de que acepten un alto el fuego o “hudna” que facilite la evacuación de Gaza y el relanzamiento del proceso de paz.
Por otra parte, dirigentes palestinos denunciaron el lunes que Israel ha expropiado miles de hectáreas de tierras agrícolas palestinas para construir un segmento de su barrera de seguridad.
El Ejército, mientras tanto, dijo que comenzó a retirar 40 obstáculos al tráfico palestino en Cisjordania, entre ellos montículos de tierra, pero sólo en las áreas donde la barrera de separación ya ha sido construida.
Desde que se reiniciaron los enfrentamientos entre israelíes y palestinos en septiembre de 2000, los israelíes han instalado una red de puestos de control y obstáculos en Cisjordania a fin de impedir que se infiltren atacantes suicidas palestinos.
Pero los palestinos consideran que las restricciones, que han devastado su economía, representan un castigo colectivo.
Un funcionario del Ejército que habló a condición de mantener su nombre en el anonimato, dijo que los obstáculos se estaban quitando para facilitar el tránsito de los palestinos. Sin embargo, los pueblos palestinos permanecen rodeados de puestos de control, que congestionan el tránsito y obstaculizan la vida cotidiana.
Frustran atentado
Las fuerzas de seguridad israelíes frustraron un ataque dinamitero palestino que habría apuntado a las oficinas del primer ministro Ariel Sharon en Jerusalén, dijo ayer el Gobierno israelí en una declaración.
El comunicado indicó que Hussam Nabulsi, del área árabe de Jerusalén, manifestó a los investigadores que había planeado colocar un artefacto de 15 kilogramos de explosivos en la oficina del primer ministro o en un vecindario ultra-ortodoxo de Jerusalén mientras distribuía correspondencias como parte de su trabajo para una empresa israelí.
Las labores de Nabulsi le daban acceso al complejo de oficinas de Sharon, de acuerdo con la declaración.
Rodeado de un alambrado de seguridad, el complejo es uno de los sitios más custodiados del Gobierno.
El comunicado dijo que Nabulsi fue arrestado en un operativo conjunto de la policía y el servicio de inteligencia el 16 de mayo.
Indicó que le manifestó a los investigadores que planeaba detonar el aparato explosivo utilizando un teléfono celular, pero aún no había decidido si atacar la oficina del primer ministro o una sinagoga en Jerusalén.
Nabulsi expresó a los investigadores que dos comerciantes de vegetales de Cisjordania llevaron el artefacto explosivo a Jerusalén, ocultándolo entre sus productos.