El País
BERLÍN, ALEMANIA.- Es noche cerrada y amenaza tormenta. Matt Damon vuelve a correr. A grandes zancadas sube las escaleras de un puente ferroviario. Detrás de él, dos docenas de policías emprenden la persecución. Pareciera un remake de escenas ya vistas, en 2002, en Identidad Desconocida (The Bourne Identity). No lo es.
En esta ocasión, los policías son franceses, no alemanes, y el lugar del rodaje es Berlín, no París. El agente secreto que interpreta Damon, ese sí vuelve a ser Jason Bourne. Sigue sin recuperar la memoria. Aquí, en pleno centro de la capital alemana, se está rodando The Bourne Supremacy, cuyo estreno mundial está previsto para el próximo verano.
A unos pasos de allí, un hombre alto, de largo pelo canoso y gafas de intelectual, mira al cielo mientras habla. Su nombre, Paul Greengrass; su profesión, director de cine. No es cualquiera: hace dos años, por estas mismas fechas, sorpresivamente se hizo con el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín, con una vertiginosa Domingo sangriento, la recreación de la jornada de 1972 en la que paracaidistas británicos reprimieron a sangre y fuego una pacífica protesta en Irlanda del Norte.
Este hombre viene del cine independiente y es un tipo político. Pero ahí está: dándole órdenes a Matt Damon, dirigiendo una película de espías cuyo presupuesto se estima en 75 millones de dólares, mirando al cielo mientras habla con los periodistas. ?Estaría mintiendo si les dijera que no quedé muy sorprendido cuando me ofrecieron este trabajo?, dice.
Estampas europeas, raudas persecuciones y director independiente. En opinión de los veteranos productores estadounidenses Frank Marshall y Patrick Crowley, de la mezcla de estos tres ingredientes podría salir una nueva pócima mágica de éxito comercial. ?Queremos transmitir un sentimiento diferente al de otras películas de espías?, dice Crowley.
En vez del derroche de tecnología digital y efectos especiales, cámaras portátiles y encuadres tambaleantes; en vez de imágenes estilizadas, recreación de ambientes. Ésa es la fórmula. ?Estamos buscando algo que sea cool?, dice Crowley. Lo anima el éxito de Identidad Desconocida (dirigida por Doug Liman), que tan sólo en EU y Canadá arrojó una taquilla de 125 millones de dólares y fue uno de los DVDs más vendidos el año pasado.
En todo este tinglado, Matt Damon es esencial. Agentes secretos de estas características no suelen ser interpretados por treintañeros con cara de buen yerno. Pero Damon da el pego y le pone mucho empeño e inteligencia. Prefiere estar tres meses en Europa que un año en Hollywood.
Escribe guiones y algún día quiere dirigir su propia película. Hablar, lo que se dice hablar, no hablará mucho en la nueva película, según adelanta en la entrevista. Pero actuar, sí. Incluso ha rechazado recurrir a dobles en algunas escenas de alto riesgo. ?Tengo 33 años, pocos para este papel, y me parece más auténtico involucrarme plenamente en la acción?, dice. Para prepararse, escucha a Radiohead o piensa en Ciudad de Dios. La película brasileña le parece lo mejor que se ha visto últimamente en cine.
La historia de su personaje -inspirada en las novelas de Robert Ludlum-, como muchas buenas historias, se puede sintetizar en una sola frase: Jason Bourne es un agente de la CIA que padece de amnesia y sólo ocasionalmente recuerda que es una máquina de matar. Tan simple como eso.
Aun así da juego para infinidad de interpretaciones. ?Me parece una metáfora de nuestro tiempo. Bourne intenta acordarse de un pasado oscuro, vive desorientado en el presente y guarda esperanzas en un futuro mejor?, medita Paul Greengrass. Para el realizador es toda una aventura el pasar de ?un avión ligero? (el cine independiente, al que quiere volver) a ?la cabina de un 747? (una película de Hollywood).
Menciona Los tres días del Cóndor (de Sydney Pollack, 1975) y Nikita (de Luc Besson, 1990) como sus fuentes de inspiración. ?Los productores quieren que esta película se vea como mis anteriores trabajos?, se tranquiliza a sí mismo. Crowley, uno de los productores explica que ?nos gustaría seguir haciendo películas sobre Jason Bourne de aquí hasta 2015. Ludlum sólo escribió tres novelas sobre él, pero no creo que haya problema en desarrollar nuevas historias?. No pretenden crear un nuevo James Bond, pero sí algo parecido.
Su filmografía
Matthew Paige Damon es hijo de Kent Damon, agente inmobiliario y ex corredor de bolsa, y de Nancy, profesora universitaria. Tiene un hermano mayor llamado Kyle (nacido en 1967), quien se dedica a la escultura. En su adolescencia entabló amistad con un vecino de Cambridge, su localidad natal en Massachusetts, llamado Ben Affleck, con quien compartiría el mismo anhelo de convertirse en actor cinematográfico.
Mystic Pizza (1988) de Donald Petrie.
School Ties (1992) de Robert Mandel.
Geronimo: An American Legend (1993) de Walter Hill.
En Honor a la Verdad (1996) de Edward Zwick.
Última Llamada (1996) de Rich Wilkes.
El Indomable Will Hunting (1997) de Gus Van Sant.
Persiguiendo a Amy (1997) de Kevin Smith.
Legítima Defensa (1997) de Francis Ford Coppola.
Salvar al Soldado Ryan (1998) de Steven Spielberg.
Rounders (1998) de John Dahl.
El Talento de Mr. Ripley (1999) de Anthony Minghella.
Dogma (1999) de Kevin Smith.
Titan A. E. (2000) de Don Bluth/Gary Goldman (voz).
Todos los Caballos Bellos (2000) de Billy Bob Thorton.
Ocean?s Eleven (2002) de Steven Soderbergh.
Una Noche Perfecta (2002) de Jordan Brady.
Identidad Desconocida (2002) de Doug Liman.
Pegado a Ti (2003) de Bobby y Peter Farrelly.
Gerry (2002) de Gus Van Sant.
Confessions OF A Dangerous Mind (2002) de George Clooney.
En vísperas de estreno o en fase de producción:
Jersey Girl (2004) de Kevin Smith.
Eurotrip (2004) de Alec Berg, David Mandel y Jeff Schaffer.
The Brothers Grimm (2004) de Terry Gilliam.
The Bourne Supremacy (2004) de Paul Greengrass.
Ocean?s Twelve (2004) de Steven Soderbergh.
FUENTE: Agencias