Mérida, Yuc., (Notimex).- Estudios realizados en diversos asentamientos arqueológicos concluyeron que las extracciones del corazón durante los rituales de los mayas prehispánicos se realizaban por debajo de la caja torácica y no realizando cortes en ella.
Tras dos años de investigaciones de los especialistas Vera Tiesler Blos y Andrea Cucina, de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), establecieron que en las extracciones no se rompían los huesos.
Para Tiesler Blos, coordinadora de la Maestría en Antropología Esquelética de la citada facultad, con este hallazgo se alteran las teorías y las hipótesis sobre los sacrificios humanos entre los mayas prehispánicos.
"Encontramos que con esta forma quienes realizaban los sacrificios tenían buen acceso al corazón de las víctimas, quienes eran extendidas sobre los altares ya conocidos" para ese fin.
Abundó que desde los años 80 se creía que la extracción del órgano se realizaba a través de un corte horizontal del tórax, cortando el esternón", sin embargo las investigaciones arrojan que esto no era así.
Explicó que la extracción del corazón en sacrificios religiosos está documentado en fuentes colonias y la iconografía y los apuntes de casos del corte horizontal de la caja torácica se podrían relacionar con el tratamiento póstumo de las víctimas de sacrificio.
"Para extraer el corazón de sus víctimas se utilizaba un cuchillo grande y pesado elaborado de pedernal o de oxidiana", ello según las lesiones estudiadas en la presuntas víctimas de sacrificio.
Abundó que en la "iconografía del clásico hay varias representaciones de instrumentos que combinan dos filos, uno para cortar por deslizamiento y otro que opera por impacto directo, como una hacha".
La especialista recordó que los sacrificios eran de carácter religioso y las víctimas de estos acontecimientos eran por lo general cautivos de guerra o pertenecían a los sectores marginados.
"Con estos hechos se consolidaba el monopolio en el poder que regía sobre la vida y la muerte. No tenemos evidencias pero es claro que en los sitios que eran los ejes de poder se daban estas situaciones".
Agregó que las personas sacrificadas, según las teorías religiosas e ideológicas eran substitutos "para lograr la sobrevivencia de una sociedad" y a su vez, se convertían en víctimas de las personas que ejercían la religión.
Tiesler Blos recordó que la nueva teoría se originó de investigaciones realizadas en los sitios arqueológicos de Calakmul, Palenque y Becán, y se dio de manera fortuita en un primer caso.