Medias Rojas de Boston están más cerca que nunca de llevarse el Clásico de Otoño.
SAN LUIS, EU.- Ya sólo falta un triunfo para que Medias Rojas de Boston termine con 86 años de penas y pesares.
Con el dominicano Pedro Martínez como en sus mejores tiempos, venció a Cardenales de San Luis y se puso 3-0 en la Serie Mundial 2004.
Sin importar que los pájaros rojos estuvieran imbatibles en el Estadio Busch en la postemporada, el equipo de Terry Francona jugó como campeón. El pitcheo fue impecable, la defensiva ahora sí guardó la "mantequilla" y la ofensiva fue implacable como todo el año.
Pedro Martínez fue de menos a más en la lomita, hasta colgar siete argollas y terminar convertido en un monstruo infranqueable que hizo ver como poca cosa una artillería de sumo respeto como la de los Cardenales.
Y con el madero, Boston golpeó justo en el momento adecuado al derrotado Jeff Suppan, que no pudo darle un nuevo giro a la Serie Mundial, que ya parece perdida para San Luis.
El ejemplo, a la ofensiva y a la defensiva, lo puso el dominicano Manny Ramírez con jonrón solitario en el primer inning y también con un tremendo tiro en ese rollo que congeló en el pentágono a Larry Walker.
Así, Boston, que tiene siete triunfos en fila, sólo precisa de un triunfo más para acabar con la maldición del "Bambino", que data de 1918, mientras San Luis tratará de escribir una épica hazaña al convertirse en el primer equipo en regresar de un 0-3 en clásicos de otoño.
San Luis prácticamente dejó ir vivo en los primeros episodios a un titubeante Pedro Martínez, quien aprovechó la oportunidad, se hizo del control del encuentro y entonces empezó a agrandarse y a colgar un cero tras otro.
Y es que en el primer episodio parecía inminente que los pájaros rojos llegarían a la registradora, pero Larry Walker desafió el brazo de Manny Ramírez y se fue en pisa y corre desde tercera a batazo de Jim Edmonds, mas fue prendido con facilidad para concluir el inning.
En la tercera, el pitcher Jeff Suppan se embasó con infieldhit al abrir turno y llegó a tercera con doblete del colombiano Edgar Rentería, sin embargo, en un rodado a la intermedia de Larry Walker, fue sorprendido fuera de la antesala.
En cambio, si algo tuvo la ofensiva visitante fue contundencia y atacó preferentemente con dos outs. En la primera entrada, Manny Ramírez se fue para la calle por el jardín izquierdo para timbrar la carrera de la quiniela ante Jeff Suppan.
En la cuarta, también con dos fuera, Bill Mueller dio doblete al izquierdo y enseguida Trot Nixon lo remolcó al pentágono con un violento batazo contra la barda del derecho, que finalmente quedó como un largo sencillo.
Boston despidió a Suppan en el quinto rollo al aumentar su ventaja a 4-0, gracias a sencillos productores de Manny Ramírez y Bill Mueller, con los que anotaron Johnny Damon y Orlando Cabrera, respectivamente.
Al mismo tiempo, Pedro Martínez era el gigante de sus mejores épocas. Tras salir ileso de la amenaza del tercer episodio, fue retirando enemigos uno tras otro, hasta sumar 14 despachados en forma consecutiva.
El derecho quisqueyano, tres veces Cy Young, admitió su último imparable en la tercera entrada. Como el alarido en las tribunas, la ofensiva de San Luis se fue apagando y ya no le hizo nada a Pedro, quien se fue a descansar después de siete capítulos.
Y si Martínez, que admitió tres hits y ponchó a seis, con dos boletos gratis, hizo lo que quiso con la artillería de Cardenales, también el caso de su relevo Mike Timlin, quien ingresó en la octava para despachar en riguroso uno, dos y tres.
No fue sino hasta el noveno acto, ya demasiado tarde, cuando los locales lograron quitarse el cero, gracias a un palo de cuatro esquinas de Larry Walker por la cerca del prado izquierdo ante el cerrador Keith Foulke.
Por el equipo de Tony LaRussa, Jeff Suppan tiró cuatro y dos tercios, con ocho indiscutibles y las cuatro rayitas. Le siguieron Al Reyes, Kiko Calero, Ray King y Julián Tavárez.
Derek Lowe será el encargado de buscar hoy el cuarto triunfo que acabe con las frustraciones de nueve décadas de toda Nueva Inglaterra, al enfrentar a Jason Marquis por los Cardenales, que no tienen mañana.
Anotación por entradas:
Boston 100 120 000 ? 4 9 0
San Luis 000 000 001 ? 1 4 0
PG: Pedro Martínez (1-0). PD: Jeff Suppan (0-1). Jrs: Manny Ramírez (uno), Medias Rojas.
Schilling el mejor
Pese a su lesión, Curt Schilling lució en el montículo gracias a una gran determinación y a un procedimiento innovador para suturar un tendón roto en su tobillo.
Derek Lowe no estaba lastimado, pero sus problemas en la lomita fueron más difíciles de solucionar.
"Por lo menos con Curt, sabíamos cuál es el problema", dijo el relevista Alan Embree, sobre las tribulaciones de Lowe, quizás biomecánicas, quizás de concentración, en fechas recientes.
Lowe, quien enfrentará a Jason Marquis en el cuarto encuentro de la Serie Mundial, hoy por la noche, tuvo una foja de 14-10 en la temporada regular. Sin embargo, en un periodo de tres aperturas durante septiembre, permitió 15 carreras limpias y trabajó apenas ocho entradas y dos tercios.
El serpentinero, quien tuvo ya una temporada con 21 triunfos y ha lanzado un juego sin hit, fue relegado al bullpen para la serie de primera ronda contra Anaheim, y se suponía que permanecería ahí durante la Serie de Campeonato de la Liga Americana, contra los Yanquis.
Cuando la lesión de Schilling complicó la rotación de los Medias Rojas, Lowe comenzó el cuarto encuentro, contra Nueva York. Si la novena perdía, quedaba eliminada.
Sin embargo, Lowe limitó a los Yanquis a tres carreras y seis hits en cinco entradas y un tercio. En el séptimo encuentro, permitió sólo un hit en siete innings, para ayudar a que Boston avanzara a la Serie Mundial.
"Mientras más veces toma uno estas oportunidades, tiene más éxito, creo que esto le da a uno más confianza", dijo Lowe antes del tercer juego, ayer. "Me gusta esta época del año, y debe ser así, uno tiene que acariciar la oportunidad de jugar, sin temor al fracaso".