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CARTAGENA, COLOMBIA.- El director y actor de cine Mel Gibson consiguió un proyecto "muy personal" con la realización de la cinta La Pasión de Cristo y logró su objetivo de "hacer sufrir al espectador", afirmó el crítico colombiano Alberto Duque.
En entrevista en el marco del Festival Internacional de Cine de Cartagena, el crítico más influyente de Colombia señaló que "la película es un proyecto muy personal, es la visión de un hombre conservador, fundamentalista, como Mel Gibson".
Estimó que Gibson no quiso contar "la vida de Jesús, ni sus milagros, ni su doctrina, ni su fe. Sólo muestra las últimas 12 horas (de vida), lo que va entre la media noche del jueves, cuando lo capturan, hasta el medio día del viernes, cuando muere".
"Es una película muy cruel y Mel Gibson siempre dijo ?quiero que el espectador comparta el sufrimiento de Cristo?" y agregó que el asistente preguntará al final "para qué tanta violencia y para qué tanto sufrimiento? Eso era lo que buscaba Gibson y lo logró".
"La pasión de Cristo", que fue presentada el pasado 25 de febrero en mas de cuatro mil salas de Estados Unidos, es una de las cintas más polémicas que se hayan realizado sobre la muerte de Jesús, con ganancias que superan los 117 millones de dólares.
Duque comentó además que "la película tiene una fotografía muy hermosa, muy bella, unos tonos pasteles, como de la época, una escenografía estupenda, aunque la música no me gusta mucho. La actuación de James Caviezel, es soberbia".
Descartó que el filme de Gibson sea antisemita, como lo han planteado varios críticos en Estados Unidos, porque la historia ya ha demostrado que a Jesús no lo mataron los judíos, sino que fue víctima de un choque de poderes religiosos, políticos y militares.
"No fueron los judíos en realidad, fue un grupo de judíos y éstos eran los sumos sacerdotes. Fueron ellos quienes instigaron a Poncio Pilatos para que acabaran con la vida de Jesús", explicó el crítico colombiano.
Estimó que la cinta "es el reflejo de la obsesión de un tema.
Para Gibson, todos somos responsables de la muerte de Cristo y fue una muerte atroz, un sufrimiento sobre 12 horas y obliga al espectador a que viva esa experiencia".
Esta producción del actor australiano, sostuvo Duque, indicó que los temas históricos siguen "vivos y vigentes" para la cinematografía mundial, y en adelante muchos directores se van a interesar por este tipo de guiones.
Duque demostró que pueden realizarse historias interesantes con una baja inversión, pues Gibson invirtió sólo 25 millones de dólares, y consideró además que el éxito refleja que Jesús es el personaje "más decisivo y de mayor influencia" en la humanidad.
"El director fue muy inteligente. Cuando hace seis meses tuvo lista la película, Mel Gibson se la mostró a grupos pequeños de 40 ó 50 personas, la mayoría de ellos protestantes, mulsumanes, cristianos y católicos", anotó.