EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Por más de dos años, dos menores estuvieron viviendo un infierno en el que su padre, tía, uno de sus primos y otros familiares, constantemente los sometían a vejaciones de índole sexual y los obligaban a ver las relaciones incestuosas que protagonizaban su progenitor y tía, amenazándolos de muerte si los denunciaban. Hay tres detenidos y faltan más.
Eliseo Cabrales Saldaña, supervisor de la Policía Ministerial, informó que la detención de Luis Javier Sifuentes Hernández de 42 años de edad; Patricia y/o Laura Patricia Sifuentes Hernández, de 45 y el hijo de ésta, Carlos Javier Sifuentes Hernández, de 18 años, con domicilio en calle Virginia H. Franco No. 206 de la colonia Nueva Los Ángeles, se realizó la madrugada de ayer, dando cumplimiento con una orden de aprehensión en su contra.
Se les acusa del delito equiparado a la violación a personas menores de 12 años, con circunstancias calificadas de prepotencia y violencia, así como atentados al pudor impropio, motivo por el cual y en base al proceso número 557/2004, la jueza tercera penal, María Luisa Valencia García, obsequió una orden de aprehensión en su contra.
Las dos pequeñas víctimas, él de ocho y ella de seis años de edad, fueron obligadas a participar en las orgías familiares que organizaba su padre Luis Javier, la hermana de éste, Laura Patricia, así como el hijo de ella y sobrino de aquél, Carlos Javier.
Fue apenas hasta mayo pasado, luego de mucho tiempo en que estuvieron sometidos a los ultrajes sexuales de los inmorales, cuando la mamá de los pequeños, Lourdes ?N?, se entró de la situación e interpuso la denuncia correspondiente en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Antecedentes
Luis Javier Sifuentes Hernández, quien desde hace varios años se encuentra desempleado, daba rienda suelta a sus perversiones cuando se quedaba solo con sus dos hijos, mientras su esposa iba a trabajar con el objeto de conseguir el sustento familiar.
Aprovechando la inocencia de los infantes, el libidinoso individuo ?jugaba? con ellos completamente desnudo, pasatiempo al que de inmediato se sumó su hermana Laura Patricia (con quien además sostenía relaciones sexuales) y su sobrino Carlos Javier.
El infierno comenzó para los niños, hace más de dos años, cuando Raúl tenía seis y su hermanita María Teresa (nombres ficticios) cuatro. En cuanto su mamá se iba a trabajar, Luis Javier desnudaba a la pequeña y la tocaba con fuerza en sus partes íntimas a grado tal que la hacía llorar. Otras veces era el niño y muchas más, ambos.
Cuando llegaba su tía Laura Patricia, los comenzaba a insultar y los obligaba a que se quitaran la ropa rápido, para después decirle a Raúl que le besara el seno, uno solo, pues hace tiempo se le sometió a una mastectomía, lo cual le provocaba repulsión al infante, pero tenía qué obedecer pues si no, les pegaba.
De igual manera su primo Carlos Javier, participaba en estos desenfrenos, sin importarle la presencia de su madre o tío, él también se desnudaba y se propasaba con sus primitos, que no tenían otra opción que acceder.
De acuerdo a lo manifestado por Raúl, no fueron pocas las veces que los amarraban a una silla, mientras los forzaban a ver entre Luis Carlos y su hermana Laura Patricia, quienes luego de desatarlos les decían que iban a jugar a ?Las Parejas? y entonces él se hacía cargo de pequeña María Teresa y ella de Raulito.
Llamándolos ?hijos de Satanás?, los infantes eran obligados a practicar los más deleznables actos, además de ser sujetos a torturas físicas y psicológicas, pues durante las orgías los amenazaban con matarlos a ellos y a su mamá si decían algo.
En una ocasión los metieron en un enorme cazo con agua, diciéndoles que se los iban a comer, ya que ellos (los adultos) eran caníbales, lo que provocó un gran temor a ambos niños que no alcanzaban a despertar de la pesadilla que estaban viviendo.
Pero más miedo le tenían a su tía Laura Patricia, pues ella les aseguró que estudiaba la magia negra ya que era bruja, por lo que la obedecían sin chistar, incluso cuando los obligaba a que la vieran besándose y sosteniendo relaciones sexuales con su padre (y hermano de ella), en el interior del domicilio familiar.
Si bien nunca sufrieron violación, los dos pequeños eran víctimas de tocamientos en sus partes íntimas y obligados a practicarles el sexo oral a su padre, tía y primo las tardes de desenfreno que culminaron por fortuna para ambos.
Al detalle
Los tres integrantes de la familia Sifuentes Hernández, fueron señalados por sus dos pequeñas víctimas como los que por más de dos años los sometieron a todo tipo de vejaciones de las que no podían decir nada por temor a que los mataran.
*Ambos niños son ya apoyados con terapia psicológica.
*Desde que su mamá Lourdes ?N? se enteró, se separó de su esposo y se salió del domicilio donde vivía con él.
*La denuncia se interpuso el pasado 25 de mayo.
*Las órdenes de aprehensión se cumplimentaron la madrugada del uno de diciembre.
FUENTE: Policía Ministerial del Estado de Coahuila
