MÉXICO, DF, (Notimex).- Con casi cuatro décadas de cantar el folclor de los pueblos de América Latina, lo que le ha valido ser considerada "La voz del continente", la cantante argentina Mercedes Sosa cumplirá este 9 de julio 69 años de edad.
Mercedes, conocida como "La negra", nació en San Miguel de Tucumán, Argentina, en 1935, en un barrio humilde en el que creció y aprendió a amar las expresiones artísticas populares que la llevaron, a mediados de los 60, a formar parte del movimiento del Nuevo Cancionero, que renovó las expresiones artísticas de raíz nativa. De acuerdo con la biografía de Víctor Pinto, por esa fecha debutó con un disco independiente titulado "Canciones con fundamento" y participó en el Festival de Cosquín. Ese mismo año grabó, con su entonces juvenil voz, el único tema de la obra conceptual "Romance de la muerte" de Juan Lavalle, de Ernesto Sábato y Eduardo Falú.
En el otoño de 1966 dio a conocer "Yo no canto por cantar" y "Hermano", mientras que en 1967 lanzó "Para cantarle a mi gente", tema con el que empezó a viajar por el mundo, en extensas giras que incluyeron puntos tan diversos como Miami, Lisboa, Roma, Varsovia, Leningrado, Kislovo, Sochi, Gagri, Bakú y Tifilis.
Para entonces conoce a Ariel Ramírez, el compositor de Misa Criolla, quien le propuso que fuera la voz de su obra "Mujeres Argentinas", propuesta que aceptó y grabó en 1969, poco después que se diera a conocer su disco "Con sabor a Mercedes Sosa". Por esa época, su voz decidida ya había comenzado a resultar inconveniente para las autoridades militares que gobernaban su país, y era común que fuera censurada en la radio oficial.
En 1970 participó en la película "El Santo de la Espada" de Leopaldo Torre Nilsson, sobre la vida del General José de San Martín, Padre de la Patria de los argentinos, y dio a conocer otros discos importantes en su carrera como "El grito de la tierra" y "Navidad con Mercedes Sosa". En esas obras figuraban entre otros temas, Canción con todos, Cuando tenga la tierra y la Navidad de Juanito Laguna.
Al año siguiente lanzó otros dos trabajos antológicos, "La voz de Mercedes Sosa" y "Homenaje a Violeta Parra", y regresó a cine con el papel de Juana Azurduy en la cinta "Guemes (La tierra en armas)", también dirigida por Leopoldo Torres Nilsson.
En 1972, cuando su arte sufría el constante acoso de la censura, salió a la venta "Hasta la Victoria", un disco con canciones cargadas de contenido social y político. Ese año le puso voz a la "Cantata Sudamericana", otra obra cumbre de Ariel Ramírez, con letras de Félix Luna.
Mercedes Sosa y "Traigo un pueblo en mi voz" aparecieron en 1973 como una importante luz, en un año convulsionado ante el regreso a la democracia.
Tres años después, en agosto de 1976, cuando los militares ya habían dado otra vez el golpe de Estado, la intérprete sacó "Mercedes Sosa", un disco en el que destacaban temas de los chilenos Víctor Jara y Pablo Neruda, de la peruana Alicia Maguía y del cubano Ignacio Villa.
Al año siguiente rindió un memorable homenaje al más reconocido folclorista de su país, con su producción discográfica "Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui", pero aquellos no eran tiempos de sonrisas, pues la Junta Militar implementaba una política de represión que cobraría la escalofriante cifra de 30 mil desaparecidos. Aún así, en 1979 sale "Serenata para la tierra de uno en medio de la violencia", que le valió ser detenida durante un concierto en la ciudad de la Plata, junto a 350 espectadores, por lo que debió exiliarse primero en París y luego en Madrid.
Las restricciones no la alcanzaron y Mercedes pudo seguir cantando y así reapareció en Argentina en febrero de 1982, en el teatro Opera de Buenos Aires, donde hizo más de una docena de conciertos a sala llena, acompañada por los más destacados músicos locales, incluso algunos rockeros como León Greco y Charly García.
La democracia volvía nuevamente a Argentina cuando apareció el álbum doble "Mercedes Sosa en Argentina", grabado en vivo durante los conciertos de su retorno, el mayor suceso de ventas del mercado local. Ese éxito quedó demostrado con la convocatoria que tuvo en el estadio del futbol de Ferrocarril Oeste, a fin de año, para un par de conciertos que fue, casi una segunda fiesta de Navidad.
Por entonces, sus seguidores de siempre junto a las nuevas generaciones que recién la habían descubierto, la reconocían como uno de los más fuertes símbolos de la vida, luego de tanto tiempo de muerte y silencio.
Después de sacar álbumes "Como un pájaro libre" y "Mercedes Sosa", y ya reinstalada en su casa de Buenos Aires, la trascendente cantante ha seguido viajando, para cantar en los lugares más importantes del mundo, donde cosecha ovaciones y reconocimientos, no sólo por su talento sino también por su integridad.
Vendrían discos como "Será posible el sur", "Corazón Americano", "Vengo a ofrecer mi corazón", "Razón de vivir", "Madre de madres", "Mercedes Sosa en vivo en Europa" y tantos otros que conforman su amplia trayectoria discográfica, dedicada a la música popular y al folclor de Latinoamérica.
El reconocimiento no sólo llegó en forma de aplausos, pues entre los varios reconocimientos alcanzados está la Orden del Comendador de las Artes y las Letras, otorgado por el Ministerio de Cultura de la República Francesa o la declaración de Ciudadana Ilustre de Buenos Aires. A finales de la década de los 90, Mercedes enferma, pero una vez repuesta ha seguido con su vida de cantora siempre joven y ha incursionado como escritora, con su libro de "Memorias".
NTX
