CHICLAYO, PERÚ.- La "garra" de Uruguay y el "toque" de pelota de México chocarán hoy en el partido que abrirá las acciones del "grupo de la muerte" de la Copa América en el estadio de Chiclayo, en el norte de Perú.
Uruguayos y mexicanos, que jugarán su tercer partido oficial en la Copa América, han expresado un gran respeto mutuo para este partido que están obligados a ganar ante la presión que representa tener a Argentina y a Ecuador como compañeros de grupo.
"México es un rival durísimo", declaró el seleccionador uruguayo Jorge Fossati sobre su primer rival en la jornada que se disputará en el Estadio Elías Aguirre de Chiclayo, 700 kilómetros al norte de la capital peruana.
El seleccionador de México, el argentino Ricardo La Volpe, definió a Uruguay como un conjunto difícil y complicado en un grupo en el que cualquier cosa puede pasar, aunque también adelantó que México buscará completar la ruta a la final en esta competición.
La Volpe, entrenador de México desde octubre de 2002, dijo que le preocupa más que todo el viento que sopla en Chiclayo, porque puede ser un factor que favorezca el juego aéreo de sus rivales, un punto en el que México ha trabajado para defenderse.
México tiene en Rafael Márquez y Duilio Davino a dos buenos defensas centrales con estatura y cobertura para enfrentar a una delantera complicada y con movilidad que tiene a Forlán como su mejor hombre.
En el otro extremo, la defensa uruguaya, dura y en ocasiones demoledora, se topará con el trío de Francisco Palencia, Adolfo Bautista y Jared Borgetti, el mexicano más productivo en su liga en la que el máximo artillero este año fue un argentino.
La historia de sus enfrentamientos, tanto en la Copa América como en amistosos, no reflejan un dominio abrumador de algún equipo y sus seis empates, cinco triunfos para México y tres para Uruguay, hacen más difícil algún pronóstico para su duelo de Perú 2004.
Una estadística que puede servir para orientar por dónde irán las acciones es que México nunca ha empatado en su primer partido de la Copa América y que ante los uruguayos tiene un empate (1-1) en Uruguay’95 y una victoria (2-1) en Colombia 2001.
Los mexicanos reconocen a los uruguayos por la "garra" que ponen en su futbol, su enorme capacidad defensiva y la alta escuela de su juego aéreo y los sudamericanos ven en México un equipo que sabe tocar la pelota y que pretende el "juego bonito" a la par de la victoria.
A estas condiciones se sumarán las internas que Uruguay y México han pasado en las últimas semanas, con problemas internos en la escuadra de Fossati y un ambiente relajado y de fiesta que han vivido los mexicanos.
Los uruguayos estuvieron cerca de tomar la decisión de no venir a Perú, pero al final sus jugadores alcanzaron un acuerdo preliminar en términos económicos, que sólo los retrasó a su arribo a Chiclayo, "la ciudad de la amistad" que los recibió con música y caballos.
Los mexicanos han tenido un buen ambiente interno garantizado por su seleccionador Ricardo La Volpe y llevan un mes entero de trabajo que se refleja en el campo de juego con largos entrenamientos y charlas técnicas.
En sus respectivas eliminatorias, las cosas también han sido distintas para ambos, ya que mientras los uruguayos las pasan difícil en Sudamérica, los mexicanos han tenido un crucero por el caribe en su debut.
México ya tiene varios días en Chiclayo y ayer hizo el reconocimiento del Estadio Elías Aguirre, que tiene un aforo de 25,000 aficionados y el cual Uruguay ya pisó nada más llegar a Chiclayo.
Alineaciones probables:
Uruguay: Carini, Bicera, Montero, Rodríguez, Delgado, Varela, Pouso, Sosa, Forlán, Silva y Bueno. Entrenador Jorge Fossati.
México: Sánchez, Márquez, Davino, Altamirano, Carmona, Pardo, Torrado, Oteo, Palencia, Bautista y Borgetti. Entrenador Ricardo La Volpe.
Árbitro: Gilberto Hidalgo (Perú).
Estadio: Elías Aguirre de Chiclayo, con capacidad para 25,000 aficionados.
Hora: 17:00 (22:00 GMT).