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MÉXICO, DF.- El cardenal Norberto Rivera Carrera ayer elevó sus oraciones por aquellas personas que ven cercano el fantasma de la desocupación, pues advirtió que con el desempleo vienen acompañadas muchas tragedias para las familias.
Al encabezar la ceremonia eucarística con motivo de la peregrinación de la Arquidiócesis de México a la Basílica de Guadalupe, Rivera Carrera destacó que es importante rezar por aquellos hermanos que están desocupados, pero también por aquellos que están en peligro de perder sus fuentes de empleo.
El Arzobispo Primado de México pidió a los fieles de la Iglesia Católica unir sus oraciones para que las autoridades tengan imaginación e iniciativa, que hagan posibles más fuentes de trabajo para la ciudad de México y para la patria entera.
Señaló que también es importante encomendar las oraciones a la reunión de jefes de Estado del continente, que se llevará a cabo en la ciudad de Monterrey.
Rivera Carrera advirtió que el Continente Americano no puede seguir por el camino del enfrentamiento, de la desconfianza y la violencia, pero tampoco puede seguir por la vía de la sumisión, por lo que oró porque los mandatarios puedan abrir nuevos caminos de seguridad, paz, justicia y sobre todo de progreso para todas las naciones.
Por otro lado, en su homilía recordó que el año 2004, tiene como tema principal la eucaristía, por ser fuente y cumbre de la evangelización, e indicó que ésta ayudará a los católicos a sintetizar los elementos fundamentales de la puesta en práctica del Plan Diocesano surgido del II Sínodo.
Destacó que para enriquecer la celebración de la eucaristía, habrá que recurrir a las manifestaciones de piedad popular, utilizándolas de tal forma que no se desvirtúe la verdadera participación, sino que ayude a la expresión de los sentimientos de fe del pueblo.
Agregó que durante 2004 la iglesia católica está llamada a concretizar acciones en el ámbito parroquial, que promuevan la organización para animar la participación de los miembros de la comunidad en la tarea de evangelización.
Al frente de esta peregrinación estuvo el cardenal Norberto Rivera Carrera, quien partió de la glorieta de Peralvillo hacia el atrio del templo mariano, acompañado de los representantes de las ocho vicarías de la Arquidiócesis de México y del obispo auxiliar de Denver Colorado, José Gómez.
En este sentido, instruyó a la Vicaría de Pastoral a que prepare un documento de trabajo para este año, es decir, el manual para la Pastoral Parroquial, el cual deberá ser utilizado por todos los agentes de pastoral para impulsar en las parroquias una evangelización más orgánica e integral y se realice el tracspialidena a eutía.
Teniendo como marco de referencia este documento, pidió a los pastores de la iglesia acordar líneas de acción prioritarias en cada vicaría y en cada decanato, orientando todo el apoyo posible hacia la parroquia, para que en ese ámbito se continúe madurando y se concreten los programas de impulso evangelizador y de renovación pastoral.
No obstante, aseguró que para lograr este objetivo es indispensable que los sacerdotes, obispos, presbíteros y diáconos, pongan especial entrega y dedicación en acompañar y dar seguimiento a las acciones programadas, a fin de que los agentes os y la comunidad en general “sientan nuestro apoyo e interés, y nos vean encabezando ese proceso”.
