MÉXICO, DF.- En lo que fue la mejor batalla de la noche, el capitalino Miguel Ángel González derrotó por decisión unánime a su coterráneo Ernesto Carmona, en la batalla semifinal de la velada de despedida de Julio César Chávez, en la Plaza de Toros México.
En el mejor desafío de esta función, los dos contendientes terminaron con la boca y nariz destrozadas, luego de impresionantes golpes que se dieron durante los diez asaltos en la división welter a la que fue pactada.
En un final confuso, luego que los focos rojos se encendieron en señal de que el combate había terminado y que el réferi Juan Luna no decretó el final, el público vitoreó a los dos gladiadores que se entregaron por completo.
La primera mitad del combate fue para Carmona, quien sorprendió a Miguel con fuertes combinaciones de izquierda y derecha al rostro del ex campeón mundial ligero, quien resistió el castigo, a veces tambaleándose y otras apoyado en las cuerdas.
El mejor asalto de la noche fue el cuarto, luego que los dos boxeadores en las esquinas se trenzaron con feroces golpes que se impactaban en el rostro, mientras la sangre inundaba las mejillas y comenzaba a teñirles parte del cuerpo y de los brazos.
Cuando parecía que Miguel Ángel caería ante los impactos de Carmona, sacó fuerzas de flaqueza y con base en su experiencia logró eludirlos y a cambio también conectó fuertes golpes de derecha.
Cuando la pelea estaba en su máxima intensidad, un infortunado choque de cabezas le abrió el puente de la nariz a Miguel, quien notablemente bajó de nivel para cuidarse de recibir mayor castigo.
Sin embargo, a partir del séptimo asalto el "Tokio Santa" González comenzó a boxear mejor y a provocar a su rival con gesticulaciones y con la mano invitándolo a seguir en el violento combate.
Los últimos tres asaltos, Miguel Ángel ya tenía controlado a Carmona, quien recibió por lo menos cuatro poderosos golpes de derecha que lo dejaron completamente paralizado y a merced de los puños del ex campeón mundial.
Carmona nunca bajó los brazos y tuvo a Miguel Ángel al borde del nocaut en el noveno, pero cuando González ya iba a la lona las cuerdas lo detuvieron y ya no pudo recibir castigo luego que su rival estaba exhausto.
El último asalto fue controlado por Miguel Ángel, quien ya se sentía ganador y comenzó a "bailotear" sobre el cuadrilátero, mientras Carmona, ya resignado, no se animó a intercambiar golpes para no arriesgarse de más.
Con este resultado, Miguel Ángel González llegó a 49 victorias, tres derrotas, un empate y 39 nocauts, mientras el valiente Carmona se quedó con 11 éxitos, cinco reveses y diez antes del límite.
Al final, el público reunido en la Plaza México despidió de pie y con grandes ovaciones a los dos boxeadores, que dieron brillo a esta función del adiós del sonorense Julio César Chávez.