SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Alguna vez, hace mucho tiempo, su madre le suplicó: "Miguelín, no vayas a envejecer encima de un escenario, que da mucha pena ver a los viejos cantando".
Pero resulta que Miguel Ríos, ese pionero del rock español que ha dejado honda huella en México, ha cumplido 60 años (el siete de junio pasado, para ser exactos) y no tiene intenciones de apagar el micrófono, de dejar de cantar sobre lo que le apasiona o de ya no insistir en que otro mundo (menos injusto) es posible.
"Los seres humanos no nos detenemos en efemérides tan cerradas, en cumpleaños tan rotundos como el 60, pero la posibilidad de seguir haciendo música, intentando escribir lo que le pasa a uno y lo que uno cree que le pasa a los demás es un ejercicio maravilloso; es, cuando menos, emocionante", expone el artista, en un enlace telefónico a su oficina en Granada, su ciudad natal.
Fue el día de su cumpleaños, precisamente, que Ríos presentó en sociedad 60mp3, el álbum impregnado de blues que lo coloca de nuevo en el mercado y confía en que será editado en breve en México y en Latinoamérica.
Luego de tres exitosos conciertos en Granada, Madrid y Barcelona, y del interés que está despertando el disco, el veterano suena relajado por la bocina, sin acordarse de la hernia discal que le operaron hace un año.
Acota, con una carcajada de por medio, que, como nunca ha tenido un trabajo convencional, tampoco piensa en una jubilación típica.
"El tiempo te va empujando a ser más consciente de que has tenido la suerte de estar en un oficio donde contar tus historias se convierte no en una maldición bíblica, sino en un juego", comentó.
"Con 60mp3 aproveché que estaba cerca mi cumpleaños para empezar a componer las canciones y unir el lanzamiento con la efeméride, era un guiño a la gente que me sigue para que vea que se pueden hacer canciones a esta edad (risas)", expresó.
Con la complicidad del guitarrista John Parsons (quien armó los arreglos con él entre Madrid y Granada por medio de Internet, en archivos mp3) y el poeta Luis García Montero (que se estrenó como letrista), el granadino creó 11 temas con tono autobiográfico, pero también con alusiones a Cuba y la guerra.
"Este disco no pretende mirar hacia atrás, sino hacia adelante.
Guarda algunas enseñanzas didácticas, en cuanto a que escogí utilizar el formato mp3 para trabajar las canciones por vez primera, y los temas tienen una rabiosa actualidad.
"Hay datos bastante biográficos en temas como Lo que le debo a Madrid, No Mires hacia Atrás, 60 Razones (que está escrita por Luis), y El Arte de Vivir, y hay un alegato contra la guerra en Oración, basado en un poema de Luis.
"Pero también hicimos el tema Los Reyes del Mambo, que habla de la diáspora cubana, del hecho de que los cubanos por su situación política estratégica se ven abocados a un perpetuo desarraigo y tienen que buscarse la vida en situaciones a veces altamente peligrosas.
"Hay alusiones directas a Fidel Castro y al amigo norteamericano. Está basada en el Mariel, en Balseros, un documental seleccionado para el Oscar", agregó.
Para Ríos, el presidente cubano Fidel Castro es parte del problema, "pero aquí no hay culpables ni inocentes, lo que hay es geopolítica, y los intereses de la gente son siempre pisoteados". Alguna vez apodado El Rey del Twist, consideró que, aunque podría venir a México este año para promover su CD, no dará shows en el país hasta 2005.
Su pasión es el rock
En 1986, Miguel Ríos organizó los Encuentros de Rock Iberoamericano en Madrid, que reunieron a bandas latinas y españolas, pero esa iniciativa no podría repetirse porque el rock ha perdido peso específico.
-Para Miguel Ríos el rock va cada vez peor en nuestros países, “no es tan definitivo como en los 80 y 90. Ha sido sustituido por música que tiene más que ver con el usar y tirar. Aunque haya muchos nombres que todavía gocemos de predicamento, hemos perdido peso específico en la industria. Tal vez estamos en el tiempo exacto, pero en el sitio erróneo: hay mucho movimiento de cadera y poco de neurona en la música actual”.
-¿Por qué se habla de una crisis tan profunda en el negocio de la música?
-Porque hay una piratería en la calle que, por ejemplo, yo estoy aquí contigo trabajando en la promoción de mi disco y esto les viene de perlas a los que están vendiendo de manera ilegal. El beneficio de la promoción es para los piratas. Y, para terminar, el pirateo se cargará a los nuevos creadores. No hay dinero flotante para invertir en ellos. Que artistas que cobran una pasta por tocar digan, después, que la piratería les parece bien a mi me parece una soplapollez.
-¿Y fenómenos como Operación Triunfo, cómo afectan de manera global?
-Yo contra los chicos no tengo nada. Pero que ofrezcan un modelo de música en el que una chica canta como si fuera Aretha Franklin, cuando es irrepetible, eso no evoluciona para nada. Y que la otra posibilidad sea copiar lo más hortera, tampoco. Luego hay chavales que componen y no tienen ni una radio para que les pongan su música. Salvo Radio 3, y si conoces al tipo que te lo ponga. La música de un país tiene que salir de los jóvenes. Yo aprendo de ellos porque son los que tienen la antena.
FUENTE: Agencias