Pekín, (EFE).- Las parejas chinas se preparan para celebrar mayoritariamente su matrimonio el 6 de mayo, día particularmente auspicioso en las vacaciones favoritas para los 10 millones de personas que se casan anualmente en China.
Las ocupaciones laborales del resto del año llevan a las parejas chinas a fijar su boda en los períodos tradicionales de vacaciones anuales, y de entre ellos, el favorito es el del Primero de Mayo al ser los otros dos en octubre y febrero.
Hasta el primer matrimonio público de un hombre convertido en mujer en China, Zhang Lin, de 38 años, se celebró el 3 de mayo en un pueblo de la provincia de Sichuan, donde llegó a casa de su enamorado, Yang Qizheng, cuatro años más joven, en el carruaje nupcial tradicional ante miradas extrañadas, según la prensa.
Desde 2003, al sentirse liberadas de la obligatoria autorización de la empresa para casarse (la producción no podía verse afectada y los casados tenían derecho a vivienda) o exámenes médicos pre-maritales, las parejas no parecen reparar en gastos.
Claro que si la situación económica no es muy boyante aplazan, incluso hasta un año, el banquete en el que sus amigos- testigos pronuncian discursos y la novia luce tres trajes (rojo el segundo).
Pero, algunos expertos lamentaron hoy el fin de los controles médicos, que, dicen, prevenían el 80 por ciento de malformaciones al advertir a la pareja sobre transmisión hereditaria.
Liang Jimin, vicedirector del Instituto de Reproducción, citó hoy cifras del ministerio de Salud, según las cuales 1 del total de 17 millones de bebés vienen al mundo en China con malformaciones, del 20 al 30 por ciento identificadas al nacimiento.
"Mañana alcanzaremos el tope de la temporada", afirmó Zhao Jinhong, gerente de una de las numerosas empresas surgidas en los años 90 y cuya oferta de "servicios románticos" (banquetes, viajes o retratos) atraen cada vez más a quienes contraen matrimonio.
Entre los servicios ofrecidos en la capital china se encuentran hasta cinco horas de pose fotográfica para que la unión quede inmortalizada ante la céntrica iglesia de San José o en el llamado Milagro del Amor, "el estudio fotográfico del amor que perdura", situado en la calle más comercial de Pekín.
El estudio, símbolo de la floreciente industria matrimonial, persigue dar al nuevo matrimonio un día de cuento de hadas también con trajes, que van desde los tradicionales chinos a los más románticos occidentales o incluso de "mujer fatal" para la novia.
La tendencia popular en aumento es la de combinar estilos chino y occidental y la última moda es celebrar las sesiones fotográficas e incluso banquetes nupciales al aire libre.
"Pero, nuestro objetivo es establecer estándares de precios y servicios que cumplan las empresas que a veces se anuncian publicitariamente en forma engañosa", destacó Shi Kangning, secretario general del comité nacional armonizador de la industria.
Y es que la propia ceremonia del matrimonio legal es tan breve, que el banquete y la inmortalización fotográfica de la pareja constituyen la columna vertebral de entrada al nuevo estado civil.
Según una investigación de la compañía Wedexpo, del 25 al 40 por ciento del mercado nupcial está ocupado por estudios de fotografía y suministradores, que mueven más de 6.000 millones de dólares al año.
En la actualidad, muchas parejas están dispuestas a gastar varios meses de salario en lujosos álbumes de fotos y a pagar suplementos de más de 50 dólares diarios para acelerar revelados y tener cuanto antes en las manos el preciado producto.
Las poses fotográficas tras el maquillaje profesional incluido en el paquete, se celebran antes del banquete con familiares y amigos, y son una ceremonia en sí mismas.
"Algunos matrimonios mayores vienen también para una sesión de fotografías porque no tuvieron ocasión de hacerlas en su momento", manifestó Feng Jianzhen, del estudio Matrimonio de Paris.
