Empleado de El Siglo de Durango fue amedrentado por un agente y Alfredo Aldama
Prepotencia, intimidación, amenazas, abuso de autoridad, son situaciones que diariamente la ciudadanía debe soportar por parte de agentes de la Policía Ministerial, quienes, encubiertos por directivos de la corporación, mantienen sus actitudes. Hoy tocó el turno a un ciudadano, a un trabajador, a un padre de familia de esta casa editora.
Cerca de las 16:00 horas del 16 de abril, Enoc López Alatorre conducía un vehículo de El Siglo de Durango, acompañado de un par de promotoras, a quienes llevaría rumbo a su casa en el fraccionamiento Los Álamos. De camino a los domicilios, dio vuelta frente a la entrada de la Secundaria Técnica No. 53.
Ambos lados de la calle estaban ocupados por vehículos de los docentes de la institución y sólo quedaba un carril de acceso. Lo seguían dos carros más, al parecer de vecinos.
A pocos metros Enoc observó un vehículo de la Policía Ministerial, el número 0799, marca Chrysler, tipo Neón, de color blanco, mismo que hacía maniobras para salir del cajón de estacionamiento, sólo que lo hacía en sentido contrario a la circulación.
Amablemente, el trabajador le indicó al conductor del compacto que ocupara de nuevo el cajón, sólo mientras pasaba, ya que por el poco margen que había, no era posible retroceder. El supuesto ministerial vestido de civil, visiblemente malhumorado, empezó a insultar a Enoc: ¡Muévete ca..., o te muevo!
Los ánimos empezaron a caldearse hasta que el trabajador no pudo soportar y respondió, sólo que el agente lo retó a bajar del vehículo y enfrentarse a golpes. Antes de hacerlo, el agente bajó e inmediatamente echó mano de su pistola de cargo y tras ?cortar cartucho? se acercó a la ventanilla y apoyó el arma en el cristal, al mismo tiempo que lanzaba un certero golpe en el rostro del empleado.
?¡Vámonos, vámonos, arranca rápido, Enoc? -decían las atemorizadas acompañantes- ?¡Antonio, es muy violento y algo te puede hacer!?
Maestros y alumnos del plantel, ante el alboroto, salieron para ver lo que sucedía, al mismo tiempo que algunos vecinos le gritaban al demente -¿Qué vas a hacer, Antonio? Déjalo, no te metas en problemas.
?No tuve más remedio que arrancar?, señala el afectado. ?No sé por dónde salí, solamente quería ponerme a salvo porque no sabía de qué sería capaz esta persona?.
Aturdido por el golpe y temiendo por su vida, alcanzó a dejar a las empleadas y se dirigió a la Dirección de Averiguaciones Previas para presentar formal denuncia por lo sucedido; habían transcurrido tan sólo 30 minutos.
Una fila de mujeres y hombres separaba a Enoc del agente del Ministerio Público en turno, Alfredo Aldama Enríquez. Pasaron dos horas hasta que le tocó ser atendido.
Luego de aportar sus generales e identificarse, al momento de llegar a los hechos y dar a conocer que había sido víctima de la agresión de un ministerial, las cosas cambiaron; también el ánimo y el semblante del servidor público.
En la parte de los insultos, el denunciante señaló: ?Me insultó y como no me dejé yo también respondí?, a lo cual el fiscal indicó a la escribiente: ?¡Agréguele que insultó a la autoridad!?.
Repentinamente, la nariz del trabajador empezó a sangrar; tal caso sólo ameritó un: ?¡Agregue también que traía un ligero sangrado!?
Ya al término de la denuncia, discretamente, el funcionario le comentó: ?los problemas ganados no son buenos; mucho menos perdidos?, comentario que amedrentó al denunciante, que se retiró sin la copia de su denuncia, la cual le fue negada por el agente.
Minutos después, un médico legista del Servicio Médico Forense daba fe de las lesiones, indicándole que había sido un golpe muy fuerte y requería atención médica, incluso hasta radiografía. Afortunadamente, no fue de gravedad, aunque no sabía cuál dolor era más fuerte, si el del golpe o el del abuso.
Se hace necesaria la intervención del procurador Oliverio Reza Cuéllar para que se giren las instrucciones y se inicien las averiguaciones del caso y evitar que la impunidad, que en otras ocasiones ha protegido a los elementos de las corporaciones policiacas, vuelva a ser el factor para evitar que se aplique la justicia como debe ser, dejando a un lado el proteccionismo que propicia la mala imagen de la Policía Ministerial.
Suspenden a ministerial
Antonio Ramírez Meléndez, de 33 años de edad, agente de la Policía Ministerial asignado al área de Homicidios, recién egresado del Instituto de Capacitación de la Procuraduría de Justicia, fue suspendido de sus labores por tiempo indefinido, sin goce de sueldo.
El ministerial quedará sujeto a investigación por la agencia de Ministerio Público que conoció de la denuncia en su contra por agredir al ciudadano Enoc López Alatorre y amagarlo con la pistola de cargo, además de que Asuntos Internos también iniciará las averiguaciones correspondientes.
El procurador de justicia, José Oliverio Reza Cuéllar, advirtió que cualquier agente que infrinja la ley o cometa abusos tendrá que responder por sus actos, y para muestra está el presente caso como otros anteriores, que serán llevados hasta sus últimas consecuencias.
?No tenemos obligación de cargar con este tipo de personas, mucho menos de protegerlas; si existen más asuntos similares, que se denuncien, porque nosotros somos los primeros interesados en que esto termine?.
Como lo dio a conocer El Siglo de Durango, el pasado viernes 16 de los corrientes, Enoc López Alatorre, repartidor de esta casa editora, fue agredido y amenazado por el oficial Antonio Ramírez Meléndez, quien desde hace año y medio se incorporó a trabajar a las filas de la corporación, pero su novatez acabó por traicionarlo.
Ayer por la mañana, en las instalaciones de la Procuraduría, inició la investigación para identificar a ?Antonio?, de quien no se tenía otro dato más que la media filiación y el posible domicilio en el fraccionamiento Los Álamos.
Enoc López Alatorre, después de ver más de un centenar de fotografías de agentes ministeriales activos, no pudo ubicar al presunto agresor. Posteriormente se explicó que era por su reciente incorporación al trabajo policiaco.
Condenan diputados impunidad
Condenan diputados las conductas indebidas de arbitrariedad e impunidad que cometen, al amparo de sus ?placas?, elementos de la Policía Ministerial, pronunciándose porque se tenga mayor cuidado en la selección de los agentes, de tal manera que se establezcan filtros que eviten el ingreso de ?perfiles? peligrosos para la sociedad.
En tal contexto, son los integrantes de la corporación de seguridad pública responsable de perseguir los delitos en la entidad , quienes ocupan el nada honroso primer lugar en quejas presentadas en su contra por violación a las garantías individuales y derechos humanos de las personas, por motivos de lesiones, detención arbitraria y uso indebido de la autoridad.
De acuerdo con información proporcionada por el titular del área de Comunicación Social de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, José Gandarilla, durante los tres primeros meses del 2004, de las 178 quejas que se interpusieron ante el organismo, 65 fueron en contra de policías ministeriales, por detención arbitraria, ejercicio indebido de la autoridad y lesiones.
Pero además, también se han presentado quejas por violación a los derechos humanos y las garantías individuales de personas afectadas por integración y/o dilación en las averiguaciones, en contra de agentes del Ministerio Público.
El coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, diputado Víctor Joel Martínez, al reprobar la forma arbitraria e impune con que se comportan miembros de la Policía Ministerial, recordó que uno de los condicionamientos cuando se nombró al tercer titular de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, Oliverio Reza Cuéllar, fue precisamente exigirle que pusiera orden en la corporación, así como en las agencias del Ministerio Público, al ser irregularidades denunciadas de forma constante.
Pero, además, enfatizó que las recomendaciones que emite la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, a consecuencia de las quejas que recibe de personas afectadas por las conductas indebidas de servidores públicos encargados de la procuración de la justicia, ?son letra muerta?, ya que de acuerdo con las estadísticas, las arbitrariedades no se han erradicado, lo que evidencia impunidad.
Por su parte, el presidente de la Gran Comisión del Congreso local, diputado Juan Manuel Félix León, al reprobar conductas fuera de la ley de los policías ministeriales, como el caso del agente que golpeó arbitrariamente a un empleado de El Siglo de Durango, aclaró, sin embargo, que no por uno se condene a toda la corporación, pronunciándose porque se realicen las investigaciones a fondo y se deslinden responsabilidades.
Atropellos
El diputado del Partido del Trabajo Alfonso Mercado Chávez informó que elementos de la Policía Ministerial atropellaron las garantías individuales y derechos humanos de Rogelio Jiménez y Jesús Figueroa, a quienes además de haber detenido arbitraria e indebidamente, los golpearon y ?manatiaron? durante las 24 horas que los mantuvieron incomunicados.
Señaló que intervino para exigir la liberación de los detenidos, ya que no había elementos para su consignación, por lo que al salir de inmediato presentaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos en contra de los policías, bajo el señalamiento de que ?las arbitrariedades, los atropellos, son práctica permanente de la impunidad con que se conducen los agentes?.
ADVERTENCIA
Exámen toxicológico a todo empleado de la PGJ
A pocos días de que culmine la aplicación de exámenes antidoping a elementos de la Policía Ministerial y donde hay casos ?positivos?, en breve todo trabajador que preste sus servicios en la Procuraduría será sometido a dicho examen, iniciando por el propio Procurador.
Con la intervención de la Contraloría Interna, todo el personal administrativo y directivo tendrá que someterse al examen y al igual que los agentes ministeriales que resulten positivos, serán inmediatamente cesados, declaró Oliverio Reza Cuéllar.
?No hay cacería de brujas, sólo que debemos dar confianza al ciudadano respecto a qué clase de servidores lo atienden?, puntualizó.