Los médicos de todo el mundo estamos realmente alarmados por el crecimiento tan importante que ha tenido en los últimos diez años la enfermedad conocida como Diabetes Mellitus, su presencia en la población es tal que ha sido comparada como una epidemia de grandes proporciones y a punto de convertirse casi en pandemia. Hay cifras alarmantes que ubican a la población adulta hasta en el 30 por ciento padeciendo esta enfermedad.
La diabetes es una de los padecimientos crónico-degenerativos que por su comportamiento en las personas a mediano y largo plazo ataca los vasos sanguíneos acelerando la arterioesclerosis -normal en el proceso del envejecimiento- en la pequeña circulación (microcirculación) y por lo tanto daña la retina (en los ojos), los vasos coronarios (en el corazón), los vasos renales (en el riñón), los vasos cerebrales, predisponiendo a la enfermedad vascular cerebral y los vasos sanguíneos de los nervios produciendo la neuropatía visceral o periférica que tantas incapacidades y molestias producen en el enfermo; aún más; en la gran circulación (macrocirculación) especialmente en las arterias de los miembros inferiores da lugar a los "pies del diabético" o "pies negros" por falta de buena circulación, terminando en algunos casos con la terrible amputación de los miembros como solución extrema.
Hay en general dos tipos de Diabetes Mellitus: la tipo I que generalmente se presenta en la gente muy joven, también llamada Diabetes Juvenil, con un fondo genético e inmunológico muy importante y altas necesidades de aplicación de insulina para su tratamiento, inestable y con tendencia a una complicación que pone en peligro la vida de no detectarse tempranamente llamada "Cetoacidosis diabética".
La Tipo II, llamada del adulto, que se presenta generalmente en gente de más de 40 años, obesa o con altos ingresos de calorías, muy estable, en lo general y que se puede manejar con dieta, ejercicios y medicamentos llamados hipoglucemiantes y otros reductores de la resistencia a la insulina, que es un hecho fundamental en este tipo de diabetes.
Con el panorama anterior, en las ultimas dos décadas han aumentado en forma exagerada los recursos tanto humanos como materiales y fármacos -por demás muy caros- destinados a contrarrestar y tratar de curar esta enfermedad. Así tenemos especialistas en endocrinología, médicos internistas, médicos geriatras, incluyendo diabetólogos. Muchas subespecialidades inciden también en el problema como son: el nefrólogo, el oftalmólogo para el tratamiento de la retina, el neurólogo para la enfermedad vascular cerebral y el cirujano angiólogo para remediar sus problemas de circulación y el odontólogo. En el personal paramédico tenemos enfermeras, psicólogos, trabajadoras sociales, podiatras, etc.
En la mayor parte de los hospitales está dentro de las cinco primeras causas de morbilidad (enfermedad) y de mortalidad (por sus consecuencias).
Aparte de estos profesionales altamente calificados, que por otra parte vistos en forma particular son costosos para una enfermedad tan prolongada, se han organizado Grupos de Ayuda Mutua con la participación de la sociedad civil y bajo un esquema de compañerismo y comprensión de su enfermedad se apoyan para tener un mayor control de la misma.
En el Hospital General Universitario se reúne desde hace tres años un grupo de 70 personas de este tipo, bajo la dirección del Dr. José Luis Machado Orozco que ha puesto toda su capacidad y pasión por este grupo de enfermos y que regularmente se entrevistan en las aulas de este hospital, para conocer y manejar más apropiadamente la enfermedad con los apoyos de los profesionales de la salud y profesores de la Facultad de Medicina.
Ellos reconocen como misión: "Ser una agrupación conocedora de la Diabetes Mellitus como problema de salud, recibir información por un equipo multidisciplinario de salud, dedicado a otorgar una atención integral, que los forme como personas capaces de conseguir la integración para una mejor calidad de vida", y en su visión: pretenden cambiar su estilo de vida para alcanzar el control de la glucosa y difundir el conocimiento adquirido con la familia y personas cercanas, tratando de participar en la disminución de este problema de salud.
Ellos han desarrollado un grupo de valores como agrupación y con la necesidad de compartir las experiencias de este problema de salud como son: aceptación, fraternidad, decisión, entrega, amistad, compromiso colectivo, respeto, participación y servicio; que hablan por sí mismos de su tipo de organización.
El Club Rotario de Torreón, conciente del problema tan enorme de este grupo de personas ha apoyado al grupo en forma modesta y espera seguir haciéndolo en el futuro para tener una sociedad más sana y más solidaria.
Si requiere mayor información sobre el grupo comunicarse al Hospital General Universitario al teléfono 722-59-11. Usted se verá beneficiado en su calidad de vida.
"A celebrar Rotary".
nacho1948@hotmail.com