La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) ha proclamado un período de diez años, que empezó desde el primero de enero de 2003, como el ?Decenio de la Alfabetización?; si bien, julio es el mes dedicado en Rotary a la alfabetización, siempre es bueno hacer algunas reflexiones sobre este tema tan importante para el bienestar de la humanidad.
Según la ONU, actualmente más de cuatro mil millones de personas en el mundo están alfabetizadas. No obstante, la alfabetización universal -de niños, jóvenes y adultos- es una meta todavía lejana.
La continua demora en completar este logro, es el resultado de una combinación de factores, dentro de los cuales sobresalen: La fijación de objetivos demasiado ambiciosos para un lapso de tiempo breve, la inviabilidad económica, indecisiones gubernamentales, ausencia de factibilidad logística para llegar a todos los rincones del planeta, falta de coordinación técnica, insuficiencia de posibilidades y la subestimación de la magnitud y complejidad del problema.
En un encuentro entre personal técnico altamente calificado en educación de la ONU y el Banco Mundial, han llamado la atención sobre el hecho de que a pesar de los grandes avances de la alfabetización, en los últimos años, gracias a la ?era de las comunicaciones?, mucho resta todavía por hacerse, para asegurar que la población con menores recursos, pueda acceder a una educación básica y a mejores oportunidades que incrementen su calidad de vida.
Se conoce en este momento que más de 880 millones de adultos, de los cuales dos tercios son mujeres, son aún analfabetos.
En los países en vías de desarrollo, se estima que 130 millones de chicos, no van a la escuela primaria y de ellos, dos tercios son también niñas.
Las lecciones aprendidas en las últimas décadas dejan en claro que lograr la alfabetización universal requiere no sólo de mayores y mejores esfuerzos, sino de una voluntad política renovada para pensar y hacer las cosas de manera diferente en todos los niveles: local, regional, nacional e internacional. También se requiere de una conciencia trasdiciplinaria más plena, que integre las ciencias sociales con las naturales, considerar que la pobreza no debe ser tomada por separado como un problema desvinculado de otros universalmente graves, como el deterioro y la degradación ambiental.
Los rotarios en esta tarea, deben estimular a los líderes comunitarios mediante su vocación de servicio, para que con nuestro apoyo participen activamente en la solución de este problema que nos compete a todos, es quizá el programa político de mayor alcance y con mas trascendencia social, que puede emprender cualquier gobierno en los diferentes niveles de las estructuras gubernamentales y siempre podemos aportar una parte en la solución del problema.
Debemos, además, tratar de obtener de la gente con menores recursos lo mejor y no sólo que se sientan víctimas de las circunstancias; y así con un cambio en la conducta de todos, podamos eliminar el flagelo del analfabetismo.
?UNA MANO SOLIDARIA?
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