En esta ocasión tenemos un compañero invitado del Club Rotario de Torreón, el Dr. Antonio Pérez Vázquez, quien por una responsabilidad a nivel Distrital, dentro del programa de Intercambio de Jóvenes nos envía el siguiente comunicado, donde nos habla de sus impresiones en este programa.
"Rotary tiene en sus programas uno que es el más interesante y conmovedor por ser el que se encarga de intercambiar estudiantes entre 15 y 17 años, en muchos países del mundo.
Los jóvenes llegan a la casa de una familia, que a su vez, ha enviado a su hijo a otro país y con otra familia, que también mandó a su hijo a otra parte del mundo.
Cuando nosotros los papás hemos vivido la experiencia de tener en nuestro seno familiar a un muchacho de Brasil o de Alemania, a quienes aprendemos a amar y a cuidar como nuestros propios hijos, y que de hecho, nos dicen papá y mamá y nosotros les decimos hijos; se desarrolla un sentimiento hermoso; nosotros no sabemos si es porque deseamos que a nuestro hijo lo traten igual o mejor allá en ese país lejano que visita; por lo que este hijo "prestado", recibe todas nuestras atenciones durante diez meses de duración del programa.
Estos muchachos cuando llegan a México, traen cierto temor, una gran avidez de aventura, de conocer nuestra cultura, de conocer nuestra patria, nuestra comida y aprender español; traen también consigo la más grande intención de aprender nuestras costumbres y lo más importante y hermoso para ellos, es la de ser embajadores de buena voluntad de Rotary.
Es fascinante lo que uno aprende de ellos. Aunque traen la consigna de adaptarse a nuestras costumbres y a nuestras reglas, siempre nos dejan una gran enseñanza de paciencia, tenacidad y afecto. Los de origen latino no tienen mucho problema para adaptarse; son cariñosos y querendones como nosotros. Los europeos y orientales no están acostumbrados a los apapachos; "te pintan su raya", no hay mucho contacto físico. A pesar de eso, las mamás mexicanas los besan y también los papás los apapachamos, de tal manera que se acostumbran y cuando llegan a sus países de origen, se parecen mucho a nosotros en ese aspecto.
Lo mismo les ocurre a nuestros hijos que enviamos. Sólo les hablan en el idioma del país anfitrión. Todos ellos aprenden el idioma a más tardar en tres meses. Cuando regresan a sus países de origen, hablan el idioma que aprendieron como si fuera el suyo. Los que más batallan para aprender el español son los japoneses. Lo mismo los mexicanos con el japonés. Decía Alexander, un gran muchacho que vivió en nuestra casa: "Yo sólo sabía decir en español: Tengo hambre, tengo sueño y auxilio...".
Los próximos días uno y dos de octubre, tendremos en Torreón la junta informativa para arreglar estos intercambios. Se dará toda la información al respecto y se entregarán las solicitudes. Los papás interesados en enviar a su hijo a otro país, sabrán del compromiso de recibir a otro muchacho extranjero en su casa.
Esta junta informativa, abarca los estados de: Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Durango y Zacatecas; que conforman el distrito 4110 de Rotary. Acuda a los clubes rotarios de su localidad para más información o escríbale al Dr. Antonio Pérez Vázquez, Co-chairman en Torreón. E-mail: tony_perez_v@hotmail.com
"A celebrar Rotary"
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