Llegó la nota do, y no hubo música.
Llegó la nota re y no hubo música.
Llegó la nota mi y no hubo música.
Llegaron las notas fa, sol, la, si, y no hubo música.
Llegó la melodía, y no hubo música.
Llegó la armonía, y no hubo música.
Pero llegaron los silencios y se combinaron con las notas, con la armonía y la melodía, y entonces sí hubo música.
Por eso en la música los silencios son tan importantes como los sonidos.
Cuando escuchamos música oímos el silencio, aunque no lo oigamos.
Gran parte de la música es silencio.
Guardemos silencio. Nos servirá para hacer música.
¡Hasta mañana!...